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Consejos para comer fruta: ¿con piel o sin piel?


Es sabido que para una alimentación saludable, es necesaria la ingesta de frutas. Algunas cuestiones a tener en cuenta para la alimentación

Es sabido que para una alimentación saludable, es necesaria la ingesta de frutas. Algunas cuestiones a tener en cuenta para la alimentación

Las frutas, ¿cómo se deben comer? ¿Con piel o sin piel? Desde el punto de vista nutricional, hay autores que hablan de que son ricas en nutrientes y elementos necesarios para conservar un buen estado de salud. Por otro lado, hay quienes la desaconsejan por la posible presencia de metales pesados o productos químicos.

A continuación, los nutrientes y las medidas que hay que llevar a cabo para poder consumir la fruta con piel sin riesgo, según publica el nutricionista Saúl Sánchez Arias, en el portal Mejor con Salud.

La piel aporta mucha fibra

A pesar de que no todas las pieles son comestibles, estas suponen un aporte de fibra más que interesante. La fibra es positiva para la prevención del cáncer de colon, para la mejora del transito gastrointestinal y para reducir la incidencia de otras enfermedades complejas.

Además el consumo regular de fibra mejora la calidad y la biodiversidad de la microbiota. Esto puede repercutir positivamente en muchas otras funciones del organismo.

No debemos de olvidar que un consumo adecuado de fibra retrasa la digestión y con ello la absorción de los azúcares. De este modo se produce un menor pico de insulina y el estrés que sufre el páncreas es notablemente menor. En un mundo donde la diabetes se ha convertido en una enfermedad endémica, cualquier estrategia para prevenirla es bienvenida.

La piel de la fruta también contiene nutrientes

Las pieles de las frutas suelen ser un reservorio de vitaminas y de minerales. De este modo su consumo mejora el aporte de micronutrientes.

Existen culturas y países donde se hornean las pieles para hacerlas aptas para su consumo o incluso donde se utilizan para hacer infusiones y que las vitaminas que contienen pasen al agua. Esto se debe a que la mayor parte de las vitaminas que la fruta contiene son de carácter hidrosoluble, por lo tanto presentan la capacidad de pasar de la propia piel hasta el agua caliente en la que se encuentran. Es bastante común utilizar la cáscara de los cítricos, por ejemplo, para aliñar las ensaladas.

Por otra parte la piel de algunas frutas presenta una importante carga de antioxidantes. Estas sustancias son fundamentales para prevenir la oxidación, el envejecimiento y para luchar contra la formación de radicales libres.

El consumo regular de antioxidantes es fundamental para garantizar un correcto estado de salud y por ello no se debe desechar una fuente de ellos como es la piel de la fruta.

El riesgo de los pesticidas

Los autores que defienden el consumo de frutas peladas se basan en la posible presencia en la piel de productos químicos que enturbien su calidad. Para prevenir la ingestión de estas sustancias es preciso lavar la fruta a conciencia antes de considerarla apta para su consumo.

Es buena idea meter la fruta debajo del grifo y frotar un poco para asegurar su correcta higiene. Incluso frotándola con un trapo húmedo podría ser suficiente.

En el caso de las embarazadas sería recomendable no consumir la piel de la fruta para evitar una posible intoxicación por toxoplasmosis. En el caso de ingerirla se debería desinfectar previamente el alimento con algún producto que mate las bacterias que puedan existir.

Otra razón por la cual se debe de lavar bien la fruta antes de su consumo es para eliminar las ceras. Normalmente se utilizan estas sustancias con el fin de mejorar la calidad visual del producto cuando se encuentran a la venta. Las ceras se suelen aplicar mediante aerosoles en pieles de fruta no comestibles, sin embargo es mejor lavarla toda para prevenir una ingestión de químicos indeseada.

No obstante siempre es preferible elegir variedades ecológicas o de confianza frente a la fruta de supermercados o grandes cadenas. De este modo estaremos accediendo a un producto notablemente más limpio y saludable, con una menor carga de productos químicos y con una mayor calidad organoléptica.

La fruta debe consumirse siempre con piel. Aporta fibra, vitaminas y antioxidantes necesarios para el correcto funcionamiento del organismo.

No obstante es necesario ser cuidadosos con la higiene de los productos para prevenir la ingestión de productos químicos indeseados. Comprar fruta de confianza garantiza la calidad de la misma y lavarla con agua antes de su consumo reduce la presencia de pesticidas en su superficie.