El estafador quedó a disposición de la Justicia. La víctima, con el corazón destrozado y 250.000 euros menos
Un uruguayo fue detenido en España por estafar a su novio en 253 mil euros. El español descubrió que la relación era simulada por el sudamericano para hacerse con el dinero tras mentiras. Enfermedades y un funeral, un desalojo y hasta un club de fútbol fueron algunas de las temáticas que utilizó, poco a poco, para juntar el dinero.
El delincuente había mentido sobre su nombre, su profesión y hasta sobre su entorno familiar diciendo que justo pasaban por situaciones traumáticas y complejas, todas ellas necesitaban de mucho dinero. Lo único real era su residencia en Elche.
El dinero que el novio, ahora detenido, pedía al perjudicado era para evitar el desalojo de una hermana (le pidió 50 mil euros), atender el tratamiento de una grave enfermedad de su madre (170 mil euros) que, según su fantasioso relato, acabó muriendo. Por eso, en medio del dolor y del duelo, le pidió dinero para poder afrontar el funeral (otros 50 mil euros). También consiguió su ayuda para invertir (18 mil euros) en unas acciones de un club de fútbol en el que el estafador dijo que iba a trabajar. Es una variante aumentada de lo que los especialistas conocen como estafadores del amor.
Pero las mentiras de este joven a su novio no terminan allí, pues la frutilla del postre fue la supuesta contratación de un viaje a Tailandia que la pareja tenía que realizar. Llegado un cierto punto antes de la partida, el hombre, de 42 años, alegó que había habido un problema con la agencia de viajes y que se habían quedado con el dinero.
La víctima mantuvo la relación con el hombre que le estaba sacando el dinero durante dos años. No fue una relación a distancia. Se veían con relativa frecuencia y salían juntos. Ambos se conocieron a través de una aplicación de contactos en la que los dos tenían cuenta. Al parecer, según fuentes de la Guardia Civil, congeniaron rápido. El presunto estafador enseguida desplegó su puesta en escena y le hizo creer muy pronto a la víctima que se había enamorado perdidamente.
El sospechoso llevaba ya tiempo estudiando el perfil del hombre que, desconocedor de la oscura trama que él iba tejiendo a su alrededor, iba a convertirse en su novio. El perjudicado empezó a sospechar cuando descubrió la foto de su pareja en otra aplicación de contactos, pero bajo aquella imagen los datos de filiación eran diferentes; otro nombre, otro apellido.
Sumido en el dolor y la decepción, la víctima decidió actuar contra el que creía su novio fiel. Empezó a reclamarle los 250 mil euros que le había prestado en total, y, ante las evasivas constantes, se contactó con al Guardia Civil de Santa Pola, donde reside. Los investigadores descubrieron que el sospechoso estaba preparándose para fugarse al extranjero y que, además del piso de Elche donde fue arrestado, también poseía otro domicilio en Madrid.
Según informó la Guardia Civil a La Vanguardia, en el departamento donde detuvieron al sospechoso se localizaron numerosos objetos de tecnología móvil, joyas y otros enseres de uso personal de gama alta y elevado valor económico, que el delincuente adquiría con el dinero obtenido de su actividad delictiva. La investigación no está cerrada, ya que se sospecha que puede haber más perjudicados por este estafador que se sirve de la seducción para sacarle dinero a sus víctimas. El estafador quedó a disposición de la Justicia. La víctima, con el corazón destrozado y 250 mil euros menos.