Opinión

Conocer nuestra identidad, un derecho esencial


Por Valeria Efron (*)

La Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación ha establecido como una de sus prioridades, desde el inicio de esta gestión, la promoción y protección del derecho a la identidad biológica, como un derecho humano fundamental que muchas se ha visto afectado y que no ha tenido hasta ahora un espacio de atención por parte del Estado Nacional.

En julio de 2017, el Claudio Avruj creó la Red de Trabajo sobre Identidad Biológica (RETIB), para abordar a la situación de muchas personas que han sufrido la vulneración de su identidad o la de algún familiar en hechos no ligados a crímenes de lesa humanidad.

El principal objetivo de la RETIB es la evaluación de la problemática a nivel nacional y el diseño de políticas públicas tendientes a garantizar el ejercicio del derecho a la identidad. Esta tarea la llevamos adelante en articulación con otros organismos nacionales y provinciales de derechos humanos y con diferentes colectivos de la sociedad civil, en representación del universo de población que es víctima de la vulneración de su derecho a la identidad, con quienes hemos conformado una mesa de trabajo sobre el tema.

El trabajo que hace la RETIB forma parte de la agenda ampliada de derechos que impulsa la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación y ocupa un lugar preponderante en el Plan Nacional de Acción en Derechos Humanos, que recientemente presentó el presidente Mauricio Macri.

Entre sus metas, el Plan establece la necesidad de «desarrollar acciones para la recolección, sistematización y análisis de información sobre la problemática del derecho a la identidad». Para ello, se ha diseñado una Base de Datos que recepta y centraliza toda información, brindada voluntariamente, relativa a personas cuya identidad biológica fue alterada en casos no vinculados a hechos de lesa humanidad.

Existe un gran número de personas que desconoce su identidad biológica. Si bien dicha cifra es de difícil constatación, ya que por lo general son hechos que activan mecanismos sociales o intrafamiliares de ocultamiento, la notoria magnitud de estas situaciones ha quedado en evidencia frente a las numerosas asociaciones civiles y organizaciones no gubernamentales que se han ocupado de esta problemática, hasta ahora sin acompañamiento del Estado.

Desde la RETIB, hemos generado un espacio que les brinda atención, contención y asesoramiento. Contamos con un equipo de trabajo interdisciplinario, capacitado en la atención a grupos en situación de vulnerabilidad, que realiza entrevistas personales con el fin de receptar la información que se incorporará a la Base de Datos y a la vez contiene y orienta al interesado.

Queremos federalizar los alcances de la RETIB y ya estamos trabajando para llegar a cada rincón del país con este servicio esencial. Estamos convencidos de que un Estado eficaz es aquel que está a disposición de la gente.
Como se plantea en los objetivos del primer Plan Nacional de Acción en Derechos Humanos, alcanzar la igualdad en la sociedad implica reducir las desigualdades estructurales y afirmar la diversidad, siendo necesario garantizar las libertades de expresión, creencias, géneros, orientaciones sexuales, identidad y expresión de género, identidad personal e identidad cultural.

En este contexto, entendemos que el Estado debe brindar respuestas a necesidades particulares, de manera de avanzar hacia la garantía de todos los derechos para todas las personas.

(*) Coordinadora de la Red de Trabajo sobre Identidad Biológica de la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación.

 

Fuente: Télam