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Conmemoran el Día de las Víctimas de Actos de Violencia basados en la Religión o las Creencias


Se recuerda cada 22 de agosto en todo el mundo, según estableció la Organización de Naciones Unidas (ONU)

Cada 22 de agosto, se conmemora en todo el mundo el Día de las Víctimas de Actos de Violencia basados en la Religión o las Creencias. Según establece la Organización de las Naciones Unidas (ONU), “la libertad de religión o de creencias, la libertad de opinión y de expresión, el derecho de reunión pacífica y el derecho de libertad de asociación son interdependientes, están interrelacionados y se refuerzan mutuamente”.

Esos derechos están contemplados en la Declaración Universal de Derechos Humanos. Pueden desempeñar un papel clave en la lucha contra todas las formas de intolerancia y discriminación basadas en la religión o las creencias.

Además, el debate abierto, constructivo y respetuoso de ideas, así como el diálogo interreligioso e intercultural, a nivel local, regional, nacional e internacional, pueden desempeñar un papel positivo en la lucha contra el odio religioso, la incitación y la violencia.

Es más, el ejercicio del derecho a la libertad de opinión y expresión y el pleno respeto de la libertad para buscar, recibir e impartir información, pueden desempeñar un papel positivo en el fortalecimiento de la democracia y la lucha contra la intolerancia religiosa.

Violencia por motivos religiosos

Sin embargo, se continúan perpetrando actos de intolerancia y violencia basados en la religión o las creencia, incluso existe cierta focalización contra personas pertenecientes a comunidades y minorías religiosas en todo el mundo. Además, la cantidad y la intensidad de estos incidentes va en aumento, adquiriendo a menudo un carácter criminal y unas pautas repetidas a nivel internacional.

Es por eso que la Asamblea General adoptó la resolución A/RES/73/296 titulada «Día Internacional en Conmemoración de las Víctimas de Actos de Violencia Basados en la Religión o la Creencia», que condena enérgicamente la violencia y los actos de terrorismo dirigidos a individuos, incluidas las personas pertenecientes a minorías religiosas, sobre la base o en nombre de una religión o creencia.

Los Estados miembros reafirmaron su condena inequívoca de todos los actos, métodos y prácticas de terrorismo y extremismo violento propicio al terrorismo, en todas sus formas y manifestaciones, dondequiera y por quienquiera que se hayan cometido, independientemente de su motivación, y reiteraron que el terrorismo y el extremismo violento que conlleva terrorismo, en todas sus formas y manifestaciones, no puede ni debe asociarse con ninguna religión, nacionalidad, civilización o grupo étnico.

La Asamblea General decidió designar el 22 de agosto como el Día Internacional en Conmemoración de las Víctimas de Actos de Violencia Basados en la Religión o la Creencia. El día llega justo después del Día Internacional del Recuerdo y Homenaje a las Víctimas del Terrorismo, el 21 de agosto.

Antecedentes

Con la designación del Día Internacional para Conmemorar a las Víctimas de Actos de Violencia basados en Religión o Creencia, la Asamblea General reconocía, en su resolución A/73/L.85 de 2019, la importancia de brindar a las víctimas y familiares de este tipo de actos de violencia con el apoyo y la asistencia adecuados de acuerdo con la ley aplicable.

La Asamblea deploró enérgicamente todos los actos de violencia contra las personas por su religión o creencia, así como los actos dirigidos contra sus hogares, negocios, propiedades, escuelas, centros culturales o lugares de culto, así como todos los ataques que violan el derecho internacional en y contra lugares religiosos, sitios y santuarios.

En una resolución anterior, 72/165, donde proclamaba el Día Internacional de Conmemoración y Homenaje a las Víctimas del Terrorismo, también reconocía que trabajar juntos para mejorar la implementación de los regímenes legales existentes que protegen a las personas contra la discriminación y los delitos de odio, aumentando los esfuerzos interreligiosos, interclericales e interculturales y la expansión de la educación en derechos humanos, son los primeros pasos para combatir los incidentes de intolerancia, discriminación y violencia contra individuos sobre la base de una religión o una creencia.

Al proclamar un día internacional para conmemorar a las víctimas de actos de violencia basados en la religión o las creencias, la Asamblea General recordó que los Estados tienen la responsabilidad primordial de promover y proteger los derechos humanos, incluidos aquellos pertenecientes a las minorías religiosas y su derecho a ejercer su religión o creencia libremente.