Será este miércoles a las 16 en Pellegrini y Corrientes en el marco del paro nacional de 48 horas que afectó a todas las sedes del país
Mientras la transmisión científica desde el fondo del Atlántico realizada por investigadores argentinos rompe récords de audiencia en plataformas digitales y gana el interés de la sociedad, los trabajadores del Conicet Rosario alzan la voz para advertir sobre la crítica situación que atraviesa el organismo de ciencia y técnica. Así, este miércoles por la tarde realizarán un «ruidazo» en la esquina de Corrientes y Pellegrini, en el marco del paro nacional de 48 horas que afecta a todas las sedes del país.
La protesta en Rosario se suma a la convocatoria nacional en reclamo por la aprobación urgente de la ley de financiamiento de la educación universitaria y frente a la falta de resolución sobre las becas, las contrataciones y el futuro del personal científico. “No hay expectativas de que se corrija el rumbo del gobierno nacional en cuanto a la política sobre recursos humanos”, sostuvo Guillermo Labadie, director del Conicet Rosario.
En diálogo con medios locales, Labadie calificó al panorama como “desolador” y advirtió que, de persistir las actuales decisiones políticas, “la ciencia argentina puede ser llevada a la destrucción”. Además, reveló que desde mayo pasado ya son 45 los profesionales que abandonaron el Conicet Rosario por distintas razones: renuncias, jubilaciones, despidos, licencias sin goce de sueldo o traslados.
“Destruir es muy rápido, construir es muy lento. Si este proceso se discontinúa, hay investigadores que no pueden reinsertarse y deciden irse del país o buscar empleo en el ámbito privado”, explicó Labadie, quien también alertó sobre los «baches generacionales» que podrían afectar áreas clave de conocimiento.
El funcionario señaló que pese a la campaña de desprestigio que circula en redes sociales contra el Conicet, la comunidad sigue respaldando el trabajo de los científicos. “Lo que están haciendo los investigadores en Mar del Plata demuestra la pasión y la vocación que existe. Y la gente lo percibe”, expresó.
Actualmente, el Conicet atraviesa una profunda crisis producto de la falta de presupuesto, la suspensión de becas doctorales en algunas áreas como las ciencias sociales y la caída del poder adquisitivo de salarios e incentivos.
