En la sentencia dictada por el TOC rosarino se dio por probado que algunos de los miembros de la banda estaban detenidos en un establecimiento penitenciario y sin embargo coordinaban la venta y conseguían estupefacientes
La Cámara Federal de Casación Penal confirmó las condenas para los 17 integrantes de una banda de narcotraficantes que operaba en la ciudad santafesina de Venado Tuerto y en la cual varios de sus miembros coordinaban las ventas desde la cárcel, informaron hoy fuentes judiciales.
El fallo fue dictado por la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal, integrada por los jueces Gustavo Hornos, Javier Carbajo y Mariano Borinsky, que avaló lo resuelto por el Tribunal Oral Criminal (TOC) de Rosario el 8 de julio pasado.
En el escrito de 129 páginas, al que tuvo acceso Télam, el juez Hornos aseguró que «se ha logrado demostrar que los acusados llevaron adelante maniobras típicas de comercialización de estupefacientes. Se logró probar que eran más de tres personas quienes, de forma organizada y con un acreditado ánimo de comercio, consumaron la figura penal finalmente atribuida.»
De esta manera se confirmaron las condenas de siete años y seis meses de prisión a Guillermo López y Fabricio Monsalvo como coautores del delito de «tráfico de estupefacientes, en la modalidad de comercio, agravado por la intervención de tres o más personas en forma organizada», quienes a su vez tenían los roles de mayor importancia en la organización.
Por los mismos delitos, otras quince personas recibieron penas de hasta seis años y nueve meses de cárcel.
En la sentencia dictada por el TOC rosarino se dio por probado la existencia de una organización que se dedicaba al tráfico de estupefacientes en el sur de la provincia de Santa Fe, principalmente en la ciudad de Venado Tuerto.
Asimismo, algunos de los miembros de la banda estaban detenidos en un establecimiento penitenciario y sin embargo coordinaban la venta y conseguían estupefacientes.
En tanto, a partir de allanamientos realizados en distintos domicilios y celdas, como así también por intervenciones telefónicas, se pudo dar cuenta de la comercialización que realizaban los condenados y el rol que tuvo cada uno en la estructura de la organización.