Miguel Ángel José Beresvil, de 26 años, recibió la pena por el homicidio agravado por el vínculo en perjuicio de su madre, Romina Ester Leiva
Un hombre de 26 años fue condenado hoy a la pena de prisión perpetua tras ser hallado culpable del homicidio de su madre, a quien roció con nafta y prendió fuego en marzo de 2020 en la casa que compartían en la localidad santafesina de Bella Italia, situada a 92 kilómetros de la ciudad de Santa Fe.
Se trata de Miguel Ángel José Beresvil, quien recibió la condena a perpetua por el «homicidio agravado por el vínculo» en perjuicio de su madre, Romina Ester Leiva, quien al momento del crimen tenía 39 años.
La sentencia fue dictada en los tribunales de Rafaela por el tribunal integrado por los jueces Nicolás Stegmayer, Juan Gabriel Peralta y José Luis Estévez, quienes coincidieron con el pedido que había realizado la fiscalía en su alegato.
La fiscal Fabiana Bertero, quien representó al Ministerio Público de la Acusación (MPA), manifestó su satisfacción por el resultado del juicio y dijo que “más allá de que aún no se conocen los fundamentos, la sentencia es la que se esperaba y deja a la fiscalía muy conforme”.
«En los alegatos de clausura reiteramos lo que demostramos en el debate: que los hechos existieron y que fueron efectivamente cometidos por Beresvil”, aseguró la fiscal, quien agregó que quedó acreditado que «el acusado atacó a su madre en los primeros minutos del 11 de marzo de 2020. Llegó a la casa de Bella Italia en la que vivía con ella, y al ver estacionado el automóvil de la pareja de la mujer, derramó combustible sobre el vehículo con el objetivo de quemarlo”.
Luego, relató que “al escuchar ruidos afuera de su casa, Leiva salió a la vereda a ver qué ocurría y vio a su hijo tirando combustible al auto”.
“La mujer intentó detener el accionar de su hijo. Sin embargo, lejos de cesar con su actitud, el hombre roció con combustible a su madre y le tiró un foco ígneo a su cuerpo”, remarcó.
Para Bertero, «lo hizo con pleno conocimiento del peligro para la vida de la mujer y con voluntad de conseguir el resultado mortal que finalmente logró”.
La representante del MPA hizo hincapié en que “tanto la mujer como el vehículo fueron quemados” y en ese sentido precisó que “Leiva sufrió quemaduras en el 70% de su cuerpo, principalmente en su rostro, tronco, miembros superiores, muslo y miembro inferior izquierdo”.
La mujer murió el 31 de marzo como consecuencia de las heridas que sufrió a raíz del ataque de su hijo, que fue condenado como autor de los delitos de homicidio agravado por el vínculo y daño.
La fiscal Bertero había pedido la pena de prisión perpetua por los delitos de «homicidio agravado por el vínculo y por ser el autor un hombre mediando violencia de género, y daño», con lo cual el tribunal no atendió el segundo agravante.
El defensor de Beresvil, Carlos María Flores, había solicitado la absolución, basando su versión en la hipótesis que el acusado no pretendió agredir a su madre, sino que lo ocurrido se debió a un accidente cuando él intentaba quemar el automóvil Renault Clío de la pareja de la mujer, Roberto Mansilla.