Los delitos ocurrieron en la ciudad de Santa Fe entre fines de 2018 y mayo de 2019. El condenado tiene 39 años y la víctima es menor de edad
Un hombre de 39 años cuyas iniciales son MAB fue condenado a 11 años de prisión como autor de delitos contra la integridad sexual cometidos en perjuicio de su hija menor de edad en la ciudad de Santa Fe.
La pena fue resuelta por unanimidad por el tribunal integrado por los jueces Rosana Carrara, Gustavo Urdiales y Leandro Lazzarini. Fue en el marco de un juicio oral y público que finalizó esta mañana en los tribunales de la ciudad de Santa Fe.
La fiscal Alejandra Del Río Ayala estuvo a cargo de la investigación de los hechos y representó al MPA en el debate. “La condena fue por el mismo tipo penal que propuso la Fiscalía, que es la autoría del delito de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo”, precisó la funcionaria.
Sobre la sentencia resuelta, Del Río Ayala hizo hincapié en que “si bien habíamos solicitado 14 años de prisión, entendemos que el monto de la pena impuesta es razonable”. No obstante, sostuvo que “aguardaremos los fundamentos del fallo”.
Por otra parte, la funcionaria del MPA valoró “el testimonio de la niña, quien a pesar de ser muy pequeña pudo contar con mucho detalle todo lo que sufrió”. Al respecto, puntualizó que “cuando los abusos ocurren en la primera infancia, es difícil obtener un relato de lo ocurrido” y agregó que “en este caso, además de todo el caudal probatorio que presentamos, es importante destacar lo que la víctima pudo expresar para lo que es su edad”.
«Los abusos que investigamos ocurrieron entre fines de 2018 y mayo de 2019”, recordó Del Río Ayala y explicó que “fueron cometidos en la casa de la madre del condenado, en momentos en los cuales la niña concurría de visita a ese domicilio”.
La fiscal señaló que “el hombre amenazaba a la niña y le decía que si contaba lo ocurrido iba a matar a su madre”.
Sobre el inicio de la investigación, la funcionaria del MPA informó que “dado que se trata de una niña muy pequeña, fue la madre quien notó cambios de conducta y luego de preguntarle qué sucedía, la víctima pudo contar los padecimientos que sufría”.
“Además de diversas diligencias ordenadas en la investigación, se obtuvo el testimonio de la víctima en Cámara Gesell, una instancia que permitió conocer detalladamente las circunstancias y la modalidad en las cuales el acusado la agredió sexualmente”, concluyó.
Del Río Ayala aclaró que “no se informa el nombre del condenado para evitar la revictimización de la víctima, quien lleva el mismo apellido que su padre”.