La arquitecta Brenda Barattini fue condenada este miércoles a la pena de 13 años de prisión, tras ser considerada por un jurado popular culpable de amputarle el pene con una tijera de podar a su amante en la ciudad de Córdoba, en noviembre de 2017.
El jurado determinó por unanimidad la responsabilidad penal de Barattini, quien estaba acusada por el delito de «tentativa de homicidio agravado por el vínculo y por alevosía», y luego el monto de la pena fue impuesto por el tribunal técnico integrado por los jueces Ítalo Vitozzi, Mario Centeno y la jueza Mónica Traballini.
La pena es la misma que este martes había solicitado la fiscal Laura Battistelli para la arquitecta, de 28 años.
Antes de conocerse el veredicto, la acusada dijo sus últimas palabras: «Estoy muy arrepentida de lo que hice, nunca quise matar a nadie».
La arquitecta usó su derecho a expresarse antes de conocer la sentencia y agregó: «Me jodí la vida, quiero seguir con mi vida normal».
Tras conocerse el fallo, uno de los abogados de la ahora condenada adelantó que apelará la sentencia, mientras que familiares y allegados generaron incidentes en la sala y en la puerta del juzgado.
«Nos sorprende que (la sentencia) haya sido por unanimidad y que hayan coincidido el jurado y el tribunal técnico», expresó la fiscal Battistelli, tras darse a conocer el veredicto.
«Todos estos conceptos legales tan finos fueron entendidos por la ciudadanía. El jurado captó la intención que tuvo de quitarle la vida», explicó a su vez la fiscal ante el canal de noticias TN y agregó: «En este caso cumplieron con el derecho. Si era el pie la mano o lo que sea (lo que fue amputado) quizás no habría tenido la misma expansión pública, pero a la víctima le afectaba igual».
Ante el jurado popular, y durante una de las audiencias del debate, Barattini había admitido que ella planificó lastimar a su amante y dijo que lo hizo porque él la trataba «como un trofeo», aunque aseguró que no quiso matarlo.
También fue determinante el testimonio del novio de la arquitecta, quien reveló que aquel día, al llegar al departamento y encontrarse con la sangrienta escena en el hall de entrada, Barattini le dijo «matalo a ese hijo de puta» y le facilitó un bisturí para que se lo clavara y lo ultimara.