El narcotraficante santafesino recibió 6 años de prisión junto a su esposa y a dos de sus hijos. Además, una multa de 40 millones de pesos
El narcotraficante santafesino Delfín David Zacarías fue condenado hoy a 6 años de prisión por lavado de activos y asociación ilícita junto a su esposa y a dos de sus hijos al finalizar un juicio oral en el que también lo sentenciaron a pagar una multa de 40 millones de pesos, informaron fuentes judiciales.
Zacarías había recibido en 2018 una pena de 16 años de prisión por tráfico de estupefacientes tras ser detenido en 2013 en una “cocina” con 300 kilos de cocaína y dos mil litros de precursores químicos, en un fallo que ya fue confirmado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Hoy, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 1 de Rosario, integrado por jueces Otmar Paulucci, Germán Sutter Schneider y Ricardo Vázquez, unificó ambas penas en 19 años de prisión para el hombre que fue considerado “el Rey de la cocaína”.
Como desprendimiento de aquella causa por narcotráfico, Zacarías, sus familiares directos y otras personas comenzaron a ser juzgados este año por lavado de activos.
Un informe de la entonces Subsecretaría de Delitos Económicos del gobierno de Santa Fe detectó que Zacarías había adquirido 36 inmuebles en un año y 24 autos y camionetas, algunos de alta gama.
Según la causa que fue a juicio, el clan Zacarías habría lavado activos por 600 millones de pesos, monto que incluye unos 70 vehículos, más de 30 cocheras y 45 terrenos.
Además de Zacarías fue condenada su esposa, Sandra Inés Marín, a 5 años de prisión, que se unificaron con la pena por narcotráfico en 18 años de cárcel y el pago de una multa por 40 millones de pesos.
Los hijos de ambos, Joel Abel y Flavia Leilén, fueron condenados a 4 años y 6 meses de prisión, que se unificaron en 7 años y 6 meses para el primero y 8 años para la mujer, indicaron las fuentes.
De acuerdo con el veredicto, otras tres personas también recibieron penas por el delito de lavado de activo agravado, mientras que el tribunal absolvió por el beneficio de la duda a otras cuatro personas que llegaron a juicio.
Entre los bienes que Zacarías poseía o tenía a nombre de familiares y empleados, como presuntos testaferros, se encuentran más de 70 automóviles, 32 cocheras en pleno microcentro de Rosario, más de 45 terrenos comercializados por la corporación «Tierra de Sueños» y un polideportivo que el condenado estaba construyendo en la localidad de San Lorenzo, entre otros.
Zacarías era titular de una agencia de remises en la ciudad de Granadero Baigorria y su defensa trató de probar que los bienes en cuestión fueron adquiridos a través de esa actividad comercial.
En la etapa de instrucción de la causa, Zacarías declaró que «las cocheras, todas, son mías y por una cuestión de ser práctico le pedí a mi hermana y cuñado que hagan el trámite».
Por su parte, su hermana Gloria Ruth Zacarías y su cuñado Fernando Ermacora fueron condenados hoy a 3 años de prisión por lavado de activos.
«Me gustaría dejar claro que son mías las cocheras. Mi hermana y mi cuñado lo único que hicieron es hacer un trámite a pedido mío», abundó Zacarías, aunque el TOF1 entendió que no era así.
Lo mismo declaró en relación al dinero en efectivo y en cuentas bancaria encontrados a su hija Flavia.
«A mi hija yo le pedía que haga el trámite que sea y ella lo hacía por orden mía. Yo lo que menos tenía en cuenta que esto iba a ocasionar un problema», sostuvo y añadió: «Lamentablemente yo soy un papá chapado a la antigua, donde yo le ordenaba y ella tenía que cumplir.»
Zacarías declaró que «nunca» le «pareció anormal tener una mini empresa familiar» y que tampoco le parecía que «estaba formando una banda trabajando» al lado de su mujer, hijo e hija «sino que era una empresa familiar como cualquier otra», según consta en el requerimiento de elevación a juicio.