CLG dialogó con Noelia Orellano, hermana de la víctima, sobre el estado actual de la causa y reiteró el pedido de justicia: "Es un momento muy crucial, muy especial"
Por Sofía Dalonse
Familiares de Carlos “Bocacha” Orellano difundieron un comunicado donde convocan a reunirse este jueves en la puerta del Centro de Justicia Penal. Allí están desde las 8 de la mañana, con la finalidad de acompañar la jornada de la audiencia preliminar que tendrá lugar desde las 11. Se trata de un momento clave para la causa debido a que se decidirá si los imputados por homicidio permanecerán en prisión o si se les otorgará la libertad. El fiscal, Patricio Saldutti, pedirá la pena de 19 años de cárcel para los policías Gabriel Julio Nicolossi (39 años) y Carina Laura Gómez (42), quienes hicieron adicionales en la madrugada de aquel 24 de febrero de 2020, en tanto, se solicitó 17 años de cárcel para Claudio Fabián Maidana (55) y Emiliano Oscar López (32), los “patovicas” del boliche.
«El 24 de febrero del 2020, Carlos “Bocacha” Orellano se despidió de su mamá y se fue a bailar a Ming River House, un boliche ubicado en el complejo La Fluvial de Rosario. Dos días después, su cuerpo sin vida emergió en las aguas del Río Paraná, a la altura del patio del mismo boliche», expresó el documento y detalló que hay cuatro policías imputados por incumplimiento de deberes de funcionario público, dos de ellos junto con otros dos empleados de seguridad privada, también imputados por homicidio. «Cámaras de seguridad borradas, un cuerpo que habla de golpes a pesar de su desaparición forzada, irregularidades y hostigamiento», denunció el escrito.
Yendo a cada caso puntual de los acusados. Nicolossi y Gómez están imputados por homicidio simple con dolo eventual, incumplimiento en los deberes de funcionario público y falsedad ideológica. Según el fiscal, los uniformados presenciaron la caída de «Bocacha» al Paraná y fueron ellos quienes dieron aviso a la central del 911 y a la Prefectura, media hora después del hecho, pero nunca comunicaron el episodio con el Ministerio Público de la Acusación.
Por otro lado, estos dos imputados se fueron de La Fluvial sin haber documentado su actuación, por lo que Prefectura no contó con la información necesaria para una búsqueda eficaz del joven. Y, de acuerdo a la imputación, después brindaron declaraciones falsas al señalar que Orellano se había caído accidentalmente luego de haberse acostado entre el río y las barandas de seguridad.
La seguridad privada del boliche, es decir Maidana y López, están acusados por homicidio simple con dolo eventual, en carácter de coautores y en grado consumado.
En la previa a la audiencia, CLG dialogó con Noelia Orellano, hermana de la víctima: «Después de 29 meses sentimos lo mismo que el primer día. La familia se siente manoseada, ultrajada. Sabíamos que iba a llegar este momento, en la recta final y estamos preparándonos. Uno nunca termina de entender ni hay estrategia para prepararse, pero sí de seguir en la lucha, buscando la justicia que Carlitos se merece«.
Asimismo, aseguró que si se les otorgará la libertad a los imputados implicaría un evidente riesgo procesal: «El día 28 vamos a tener una contramarcha, es un momento clave. Estamos en total desacuerdo con la liberación de los policías imputados debido a que se vence el plazo de dos años de prisión preventiva, pero nosotros creemos y estamos convencidos de que ellos siguen siendo peligrosos para la causa, para la investigación».
Y agregó: «Tienen todos los medios, van a seguir borrando evidencias para amedrentar u hostigar a los testigos de la causa. Bajo ningún punto de vista queremos que el juez le otorgue la libertad».
Al finalizar, convocó a la comunidad a acompañar su lucha y renovar el pedido de justicia por su hermano: «Sabemos que es una etapa difícil, estamos de cara al juicio y vamos a dar lucha hasta el final. Es un momento muy crucial, muy especial. Convocamos a todos los que nos quieran y puedan acompañar este jueves para pedir la justicia que Carlos se merece», cerró.
En tanto, el comunicado finalizó con un grito que pretende extenderse a cada víctima de la brutalidad policial: «Esta lucha ya no es sólo nuestra. Seguimos todos juntos, por Bocacha y por cada uno de los pibes que nos arrebata esta corrupción, hasta el final».