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Triple homicidio

Con pruebas que generaron polémica, el español Ibar podría ser condenado a muerte


«No quiero morir por algo que no hice». Esas fueron las palabras del español-estadounidense Pablo Ibar, de 46 años, que fue declarado culpable de un triple homicidio ocurrido en 1994, y podría ahora ser condenado a la pena de muerte. En un juicio por jurado que provocó distintas polémicas, fue condenado de manera unánime. El veredicto se conoció este sábado luego de dos días y medio de deliberación y el juez decidirá qué condena le cabe finalmente. Se trató del cuarto juicio en su contra por el caso.

Ibar pasó ya 24 años en la cárcel y hace 16 integra el corredor de la muerte. En la causa en su contra, hubo polémicas variadas: denuncias de testimonio falso, coimas a la policía e incluso, pocas pruebas. Sin embargo, este sábado el jurado voto de manera unánime y lo encontró culpable  de los seis cargos que enfrentaba en total, tres de ellos por asesinato en primer grado, además de robo y robo a mano armada, por la muerte a tiros y por la espalda de Casimir Sucharski, dueño de un club nocturno, y de Sharon Anderson y Marie Rogers.

El juicio se llevó a cabo en el tribunal de Fort Lauderdale (al norte de Miami), ya que el triple asesinato ocurrió en Florida, en 1994.

Según explicó el diario El País, cuando el mismo tribunal anuló hace dos años su condena a muerte, por considerar que las pruebas que condenaron a Pablo eran «escasas y endebles», la fiscalía volvió a pedir la inyección letal. Ahora, con la nueva condena, se deberá esperar la decisión del juez sobre si le pesa o no la pena de muerte.

En este caso, el acusado escuchó el veredicto con su temple habitual, apenas un movimiento de negación con la cabeza, antes de que le volvieran a esposar las muñecas, cubiertas por la chaqueta de su traje azul, para devolverlo a su miseria.

Mientras el juez que iba leyendo el veredicto para cada uno de los cargos, Michael, el hermano de Ibar, manteniendo las lágrimas pasó el brazo por los hombros de Tanya, esposa del acusado, quien a su vez cerró los ojos y apretó los labios para contener la angustia y el dolor.

Los rostros de los abogados de la defensa, liderados por Benjamin Waxman, reflejaron visiblemente la decepción por este revés judicial.

El diario El País consignó que este cuarto juicio desveló puntos oscuros e «irregularidades» en el proceso, desde las contradicciones y negligencias en que incurrió el detective encargado de la investigación, Paul Manzella, hasta el borrado de dos cintas de video de un club nocturno que se hallaban bajo custodia policial, tal como lo había denunció la defensa.

«Ha habido errores, está claro. Yo lo sé, y tengo mucha experiencia en esto», sostiene Waxman. «Este jurado ha tenido un trabajo increíblemente difícil. Yo creo en el sistema de jurado. Respeto su proceso, pero creo que se equivocaron. El caso era muy complicado. El ADN [que fue clave en el juicio] es algo extremadamente complejo».

Aunque el jurado no argumentó su veredicto, el ADN habría sido clave en la decisión tomada ya que análisis de hace dos años habrían aportado relacionado material genético encontrado en la escena del crimen con el ADN de Ibar.

Mirá el video de diario El País que resume el caso: