Una gran columna de Luz y Fuerza Rosario dijo presente en la movilización que encabezó la central obrera en Plaza de Mayo
La CGT se movilizó hoy a Plaza de Mayo contra la reforma laboral que impulsa el gobierno de Javier Milei y anticipó que esa medida fue el primer paso de un “plan de lucha” que culminará en un “paro nacional”.
Encabezada por la central obrera nacional y con presencia rosarina y de diversas agrupaciones sindicales y sociales, la movilización fue en rechazo al Proyecto de Ley de Modernización Laboral, presentada en el oficialismo, y que se está debatiendo en el Senado, durante el periodo de sesiones extraordinarias.

A su vez, una masiva columna del Sindicato de Luz y Fuerza de Rosario, encabezada por el secretario General Alberto Botto, dice presente en las calles del centro porteño.
El cosecretario general de la CGT Octavio Arguello sostuvo que la central le dice “rotundamente no” a la reforma laboral “entreguista” y le advirtió a los senadores que tengan “cuidado” con “lo que hacen” porque, dijo, el pueblo y la patria se los vamos a demandar”.
“Es mentira que se dé más trabajo quitándole sus derechos, y dando cada vez más horas de trabajo”, alertó Arguello, y llamó a “ganar la calle” y “pelear por los derechos de los trabajadores y sus familias”.
El referente sindical advirtió que, si no hay respuestas, el reclamo la CGT avanzará con un plan de lucha que culminará en un “paro nacional”, lo que generó ovación entre los manifestantes.

Por su parte, el cosecretario Cristian Jerónimo señaló que la central se opone a la reforma laboral “porque no genera nada a favor del mundo del trabajo. Está redactada de forma maliciosa a favor de las grandes corporaciones y empresas. No favorece a las pymes”, insistió. “La CGT no va a dar ni un paso atrás, así lo marca nuestra historia”, completó.
En tanto, el cosecretario general Jorge Sola sostuvo que el proyecto de reforma laboral tiene “más de 50 años” y que también había sido impulsado por “los milicos” en los ‘70 y volvió “recargado en los ’90”, para terminar en la crisis de “2001”.
“No queremos menos derechos: queremos más trabajo, más diginidad y más salarios”, definió Sola, que cuestionó el fondo de despidos laborales, concebido, dijo, para que “despedir sea más fácil”.
También reprochó que la reforma laboral busque “limitar el poder gremial”, en referencia a la legislación sobre el derecho a la protesta de los sindicatos.

Además, cuestionó al Gobierno por “atacar con el proyecto de Presupuesto a la Discapacidad, la ley de emergencia pediátrica, el sostenimiento del Hospital Garrahan y la educación”.
“Para que hayan trabajadores en negro lo que hay primero es una economía en negro, y este Gobierno vino para profundizar más y más pobreza en la Argentina”, denunció Sola.
“Este es el principio e un plan de lucha. Sigan sin escucharnos y se encontrarán con la profundización de este plan: terminaremos con un paro en todo el país”, insistió.

La jornada de protesta no estuvo exenta de incidentes debido a que los manifestantes y los efectivos policiales se enfrentaron a empujones tras la fiscalización del acto.
Las fuerzas se seguridad nacionales y de la Ciudad, que conformaron para esta oportunidad un comando unificado, buscaron hacer cumplir el protocolo antipiquetes y arrojaron gas pimienta sobre un sector de la manifestación en la Avenida 9 de Julio.
De la movilización participaron dirigentes del peronismo como el gobernador bonaerense, Axel Kicillof; los senadores José Mayans y Jorge Capitanich, y dirigentes sindicales como Hugo Moyano (Camioneros), Héctor Daer (Sanidad) y Andrés Rodríguez (UPCN), entre otros, además de las Madres de Plaza de Mayo.
También se movilizaron otras organizaciones de trabajadores como las dos fracciones de la CTA, la UTEP y agrupaciones de izquierda como la Corriente Clasista y Combativa (CCC).
