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Convocada por el Papa Francisco

Con ollas populares la Iglesia se suma a la Jornada Mundial de los Pobres


Con almuerzos comunitarios, ollas populares y bautismos masivos, la Iglesia Católica argentina se suma este fin de semana a la Jornada Mundial de los Pobres, convocada por el papa Francisco. 

Preocupada por la situación social, tal como lo expresaron los obispos hace una semana en la asamblea plenaria que se reunió en Pilar, la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) llamó a sumarse con gestos y acciones a la jornada y exhortó a estar “atentos y sensibles hacia aquellos que más lo necesitan”. 

Para ello, las distintas diócesis del país fueron programando diversas acciones, con modalidades diferentes -misas, comidas comunitarias, peregrinaciones, radios abiertas- y con una activa participación de la región Buenos Aires, incluso con la presencia de movimientos sociales. 

Las actividades comenzaron el miércoles pasado, en la catedral de Morón, que se llenó de personas en situación de calle, a quienes se les ofreció una cena en mesas dispuestas en la misma nave central del templo. 

El titular de la CEA y obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, presidirá el domingo a las 19.30 una misa en la parroquia Nuestra Señora de Aránzazu -en el centro de San Fernando-, y se compartirá luego una “cena fraterna” con los más necesitados de la zona. 

En Quilmes, el obispo Carlos Tissera -también presidente de Cáritas- presidirá mañana, a las 19, la tradicional Misa de la Esperanza -iniciada por Jorge Novak en los 90-, en el Cruce Varela, con la participación del nuncio apostólico León Kalenga Badikebele. 

Previamente, desde las 13, se organizará una olla popular junto con movimientos sociales, y un festival con una radio abierta. 

En la diócesis de Merlo-Moreno, habrá salidas en micro hacia el santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, cenas comunitarias y también una radio abierta organizada por la Pastoral Social local, en la plaza Néstor Kirchner, 

En la catedral de Lomas de Zamora se organizará mañana un almuerzo destinado a personas en situación de calle, y el domingo el obispo Jorge Lugones -titular de la comisión episcopal de Pastoral Social- presidirá una misa en la que realizará el rito del lavatorio de los pies, que se reserva tradicionalmente para el Jueves Santo. 

En tanto, los obispos auxiliares Jorge Torres Carbonell y Jorge García Cuerva presidirán bautismos masivos y misas en barrios de Ezeiza y de Almirante Brown. 

En Mar del Plata, el obispo diocesano, monseñor Gabriel Mestre, presidirá el domingo una misa a las 11, en la catedral local, y, a su término, ofrecerá un almuerzo para los “hermanos más pobres, es especial aquellos en situación de calle”. 

Desde Neuquén, al convocar a la jornada, el obispo Fernando Croxatto afirmó que hoy “el ‘grito’ del pobre puede estar enmudecido por varias razones: por habernos acostumbrado a su existencia, por poner por delante la calma de nuestra propia conciencia, por estar mirándonos el ombligo, por creer que otros son los responsables -el Estado, las ONG, las instituciones-”. 

Desde la Comisión Nacional de Justicia y Paz, su presidente, Emilio Inzaurraga, invitó a adherir a la Jornada Mundial y sostuvo que “nuestros hermanos esperan respuestas individuales y sociales; cada uno de nosotros debe actuar ante situaciones de pobreza, pero las alternativas estructurales de superación son una decisión comunitaria, social y política”. 

La actividades en las distintas diócesis argentinas replicarán la actividad central del Vaticano, donde el domingo el papa Francisco presidirá una misa en la Basílica de San Pedro, en la que se esperan unos 6.000 mil pobres junto a voluntarios y representantes de organizaciones que trabajan a favor de las personas más necesitadas, y luego habrá un almuerzo en el Aula Pablo VI.