Opinion Chino

Con más pena que gloria: el paso de Newell’s por la Copa Diego Maradona


Por José Odisio

La Copa Diego Maradona se fue con más pena que gloria para Newell’s. Lejos de las expectativas previas, con un plantel de jerarquía y un Kudelka que generaba expectativa por lo hecho en la Superliga, la Lepra transitó el torneo sin estridencias, y no clasificar a la final de perdedores y jugar el Clásico fue una consecuencia de lo mostrado a lo largo de los dos meses y chirolas que duró este improvisado torneo.

La primera sensación es que Newell’s fue un equipo tirado a la cancha «a ver qué pasa». Extrañamente, Kudelka perdió prolijidad en sus planteos. Todo lo bueno que se había visto del DT en la Superliga, donde Newell’s zafó del descenso con prestancia y terminó en alza futbolística, se desmoronó. Costó entender la idea de juego del equipo, y si bien hubo una racha de cinco victorias en fila, esas victorias estuvieron más relacionadas con la poca calidad de los rivales derrotados que por un planteo acertado. Y ese tal vez es el único argumento que mantuvo Kudelka de un torneo a otro, le gana a los equipos de menor jerarquía, logra imponerse en esos duelos donde Newell’s es superior en la previa. Y eso tuvo mucho valor para los promedios, pero en este torneo sin premios y castigos, sirvió de poco.

Caer en el argumento de las lesiones como excusa no tiene sentido. Es cierto que el equipo perdió muchos jugadores importantes como Aguerre, Scocco, Panchito González, Moreno y alguno más, pero tampoco fue decisivo. Hubo una preparación física muy cuestionable, y no pasó por la edad del plantel, porque todos se vieron mal en este aspecto.

Foto: Pool Argra

El hincha le cargó culpas a Guanini. Y la realidad es que le sobraron argumentos para castigar a un jugador cuya presencia en cancha fue caprichosa e irritante. Pero creer que a Newell’s no le fue bien por tener a Guanini y no poder retener a Lema es un error. Este Newell’s hubiera tenido mejor presencia defensiva con Lema, pero la hubiera pasado mal igual.

A la vista, la primera impresión es que Kudelka perdió crédito. Arrancó este torneo con mucho respeto del hincha, que incluso le elogiaba sus dichos de la misma manera que sus planteos. Pero la sensación es que al DT le costó acomodarse al fútbol post pandemia, y se pasó estos dos meses justificando o discutiendo con la prensa en lugar de corregir errores. El Kudelka «a la defensiva» no parece ser lo que Newell’s necesita en un año donde la Sudamericana es el gran objetivo.

Será tiempo de análisis rápido y decisiones acertadas. Para el DT y los directivos. Entender dónde reforzar, poner en forma a un plantel que decididamente tiene jugadores de jerarquía, y apostar por algunos pibes que piden pista y demostraron que son opción. Y no quedarse en quejas que está claro no sirvieron de nada.