El año de 2017 fue el más violento de la historia de Brasil, con un registro de 65.602 homicidios, un 4,9% superior a 2016, según los datos oficiales divulgados este miércoles por el Foro Nacional de Seguridad Pública y el gubernamental Instituto de Pesquisa Económica Aplicada (IPEA).
El índice mostró el nivel de epidemia de homicidios, con 31,6 muertes por cada 100.000 habitantes y también reflejó el aumento de las disputas de organizaciones de narcotraficantes desplegadas por todo Brasil.
Las regiones más violentas fueron las más pobres del país, el norte amazónico y el noreste, donde el índice de homicidios fue de 45 cada 100.000 habitantes. «El estudio trae tendencias preocupantes en todo sentido», dijo el presidente de Ipea, Carlos Von Doellinger.
Según el funcionario, la disputa territorial por el tráfico de drogas en el norte amazónico fronterizo con Colombia, Perú y Bolivia por parte de las bandas criminales de Río de Janeiro y de San Pablo explica el aumento de los homicidios en la región.
Según el estudio, 15 estados tuvieron caída en el índice de homicidios en 2017 pero en otros 7 la suba fue mayor del 10 por ciento.
En Ceará, nordeste, la tasa de homicidios aumentó 48,2% respecto de 2016, mientras que hubo una reducción en San Pablo, Paraná y Minas Gerais. La población más joven de entre 15 y 29 anos fue la príncipal víctima de los asesinatos en Brasil: fueron 35.783, el 94% hombres.
Los estados donde más murieron jóvenes fueron los nordestinos Rio Grande do Norte, Ceará, Pernambuco, Alagoas, Bahía, Sergige y los amazónicos Acre, Pará y Amapá.