La cadena de electrodomésticos ya suma más de 10 comercios cerrados en lo que va del año. Hay preocupación en el gremio mercantil
La cadena de electrodomésticos Garbarino cerró más de diez sucursales en el país en lo que va del año, en el marco de un proceso de «reconversión» que incluiría la incorporación de nuevos socios, o incluso su venta, denunció la delegación porteña del Sindicato de Comercio.
Esta semana se confirmó el cierre de cuatro sucursales en Rosario.
Entre enero y abril, bajaron la persiana locales en Mar del Plata, Río Cuarto, Merlo y Río Gallegos, y en las provincias de Salta y Chubut.
La empresa cambió de dueños en junio del 2020, pero ahora está en busca de nuevos socios o, incluso, de una venta, indicaron dirigentes sindicales.
A esta situación se suma la falta de pago de los salarios de abril, advirtieron desde el Sindicato de Comercio porteño, que calificaron la situación de «angustiante» para los trabajadores.
Los salarios de marzo fueron abonados en parte, ya que los trabajadores que están en actividad recibieron un 50% de sus sueldos y los suspendidos, apenas un 25%, señalaron fuentes gremiales.
Los empleados advierten que también se les adeuda un bono salarial que debía pagarse en diciembre último.
Señalan, además, que el 30% de los empleados de esa casa de electrodomésticos están suspendidos.
También afirman que se cierran sucursales «sin aviso» y que la compañía se está quedando sin stock.
«Estamos reclamando el pago de los salarios. En la ciudad de Buenos Aires cerraron un local en la calle Florida al año pasado.
El resto, están abiertos menos los que están en los shoppings, por las restricciones. Pero en las provincias se están cerrando muchas sucursales. A los empleados les ofrecen un retiro con un pago de indemnización al 100%, no al 200%, y en más de 10 cuotas. Muchos ya acordaron», indicó Ramón Muerza, del Sindicato de Comercio de Buenos Aires.
Representantes de la empresa y de la Federación Argentina de Empleados de Comercio (FAECyS) mantuvieron una reunión virtual el viernes último para discutir salarios.
Garbarino pasó en junio de 2020 de manos de la familia que le dio el nombre al empresario Carlos Rosales, presidente de la aseguradora PROF y protesorero del club San Lorenzo de Almagro.
La operación incluyó el pago de salarios atrasados y una inversión de $2.000 millones en un período de 18 a 24 meses.
Según trascendió, ahora se encuentra otra vez en proceso de venta, y ya habría un interesado: Facundo Prado, presidente de la operadora de televisión por cable e internet Supercanal Arlink, y CEO de la empresa Centrocard.