“Una de las cosas que regulaba el Enacom eran las tarifas, algo que se desreguló y lo otro que hacíamos era la defensa del consumidor de telefonía móvil, fija e internet”, explicó el ex delegado de la oficina rosarina
El ex delegado de la sede local del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), Franco Balzaretti, compartió sus reflexiones este jueves en Radio 2 sobre la reciente decisión del gobierno nacional de cerrar las oficinas provinciales. Enfatizó la incertidumbre que rodea el futuro de los 28 trabajadores que cumplían funciones en Rosario y advirtió sobre las posibles consecuencias graves que podría acarrear el cierre de estas dependencias.
Balzaretti describió la situación, mencionando: “En Rosario son 28 trabajadores y en Santa Fe 14. Venían circulando muchas versiones, pero el miércoles pasado pusieron un patrullero en la puerta y ayer (por este miércoles) cuando se presentaron a trabajar había Policía federal y seguridad del Correo informando que no podían entrar a sus lugares de trabajo. Todo esto sin haber recibido telegrama ni comunicación oficial”.
A pesar de la sorpresa inicial, el ex funcionario reconoció ciertos indicios de cambios desde la asunción del gobierno de Javier Milei. “Una de las cosas que regulaba el Enacom eran las tarifas, algo que se desreguló y lo otro que hacíamos era la defensa del consumidor de telefonía móvil, fija e internet”, explicó.
Además de estas funciones operativas y de protección a los usuarios, Balzaretti resaltó la importancia del Enacom en aspectos cruciales como la seguridad aérea. Mencionó el papel vital que desempeñaba el Enacom en la coordinación de comunicaciones entre la torre de control del aeropuerto de Rosario y las aeronaves, destacando situaciones en las que la intervención rápida del Enacom era crucial para evitar posibles catástrofes.
Critics a aquellos que pasan por alto estas cuestiones, Balzaretti subrayó: “Esas cosas son las que, quizás, los aplaudidores de las desgracias ajenas no saben que está ocurriendo”.
Respecto a los trabajadores afectados por el cierre de la oficina, explicó que son personas con más de 15 años de experiencia en distintos organismos relacionados con las comunicaciones. “Desde que entramos nosotros no tomamos a absolutamente nadie, trabajamos con la misma gente que nos dejaron”, aclaró.
En cuanto al impacto humano de esta decisión, Balzaretti lamentó profundamente las consecuencias para los trabajadores afectados, describiendo las dificultades personales que enfrentan, como madres solteras, personas mayores con enfermedades y jefes de familia. Concluyó: “Detrás de cada despido que muchos están festejando hay una historia de vida, hay padres, madres, abuelos, jefes de familia que no saben qué van a hacer el día de mañana”.