Desde la entidad aseguraron que está situación ya se vivió en 2006 y todavía no se recuperó el stock bovino. Además, la medida no produjo disminución del precio al mercado interno, ni beneficios a los consumidores
En último martes, el gobierno nacional prorrogó hasta el 31 de octubre próximo el cierre de las exportaciones de carne. Una vez más, el estado interviene en una cadena de gran valor agregado como es la de la carne, golpeando a los eslabones más débiles con las consecuencias obvias, menor ingreso de divisas, cierre de frigoríficos de capitales nacionales, aumento de la desocupación en el sector, desaparición de productores ganaderos generando nuevamente éxodo rural. Como ya se demostró, la medida no produjo disminución del precio al mercado interno, ni beneficios a los consumidores.
Esta situación ya la vivimos en el año 2006 y, hasta el momento no se ha recuperado el stock bovino. En síntesis, aún conociendo las consecuencias, se reiteran medidas de gestión económica desacertadas, inconducentes y nada lógicas.
Esta medida seguirá provocando nefastas repercusiones a las ya mencionadas y no habrá plan ganadero que se realice con éxito bajo estas condiciones.
A la producción primaria, le ocasiona la caída del valor de la hacienda en pie, dejando a la actividad de cría en un estado vulnerable. El interior del país sufrirá un efecto de mayor pobreza y postergación.
Al gobierno nacional, le producirá no solamente la disminución de divisas sino también la pérdida de mercados, con la consecuente desconfianza de los actores económicos comerciales de otras partes del mundo, que descartarán gestiones futuras de compras volcándose a mercados más previsibles, serios y confiables.
El consumidor local seguirá abonando cifras similares o mayores a las anteriores a la medida descripta.
En definitiva, este proceder no promueve mejora alguna, simplemente renueva el fracaso anterior.
Sorprende más aún el silencio y pasividad del gobierno de la provincia de Santa Fe, una de las zonas del país más perjudicada, que verá nuevamente dañada su matriz productiva.
Finalmente, desde la Sociedad Rural de Rosario, solicitamos a los responsables una revisión consciente y razonable de esta medida para el beneficio general.
Servimos a la patria, mejorando su producción.