El proceso comienza con la recolección de semillas de especies nativas, un paso crucial en un proyecto
Tras los devastadores incendios que afectaron a la Comarca Andina, la provincia de Río Negro ha puesto en marcha un proyecto de reforestación para los bosques dañados.
El proceso comienza con la recolección de semillas de especies nativas, un paso crucial en un proyecto de largo plazo que requerirá años de trabajo.
La importancia de las semillas nativas
Claudia Contreras, subsecretaria de Recursos Forestales de Río Negro, destacó la urgencia de recolectar semillas de especies como la lenga, el coihue y el ciprés antes de que termine la temporada. “Si no lo hacemos ahora, no tendremos los plantines necesarios para iniciar la restauración el próximo año”, advirtió.
Estas especies son fundamentales para recuperar el equilibrio ecológico de la región, aunque su regeneración natural es particularmente desafiante.
Coordinación interinstitucional y producción en viveros
Para garantizar el éxito del plan, se ha creado una mesa interinstitucional con la participación de actores clave como el CONICET, el INTA, universidades y organizaciones locales como Circuito Verde y Jóvenes por Bariloche. El vivero de Mallín Ahogado desempeñará un papel central en la producción de los nuevos ejemplares.
Una de las dificultades identificadas es la calidad de las semillas en la Comarca Andina, que no cumplen con los estándares necesarios para la restauración. En cambio, el cerro Otto, en Bariloche, se ha convertido en una fuente clave de recolección debido a la calidad óptima de sus semillas.
Capacitación y mejores prácticas
Técnicos y voluntarios se reunieron en la base del cerro Otto para recolectar semillas, previo a una capacitación sobre técnicas que aseguren su buen estado hasta llegar al vivero. Este enfoque riguroso busca maximizar las posibilidades de éxito en el proyecto de reforestación.
Contreras enfatizó que la restauración va más allá de simplemente plantar árboles. Requiere planificación y acompañamiento continuo, desde la selección de las especies adecuadas hasta la definición del mejor momento y método para plantarlas.
Con extensas áreas de bosque destruidas, el proceso de recuperación será prolongado. Sin embargo, la provincia busca acelerarlo mediante un enfoque bien planificado y coordinado entre diversas instituciones. “Este es el primer paso. Si no lo hacemos ahora, no podremos avanzar con la restauración el próximo año”, concluyó Contreras.