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¿Cómo es llamarse Harry Potter en la vida real?


 

Ni Lionel Messi, ni Roger Federer, ni Barack Obama, si hay un nombre que es conocido prácticamente en cada rincón del mundo es Harry Potter. El personaje de la saga homónima escrita por J.K. Rowling desde 1997 en adelante se ha convertido en suceso a lo largo y ancho de la tierra. Libros, películas, juegos, ropa y todo lo que se piense existe sobre el mago. Ahora bien, ¿qué pasa con los Harry Potter de la vida real?

«No habrá ni un niño en nuestro mundo que no conozca su nombre», le dice Albus Dumbledore a Hagrid en la primera entrega de esta historia, ¡vaya si tenía razón! Su frase aplica incluso al mundo de los muggles (no magos). Aunque suene un poco loco, hay hombres que se llaman así y conviven con la peculiar experiencia de llevar ese nombre.

Uno de los casos es el de un neurocirujano de la Universidad de Mánchester, en Reino Unido. Este Harry Potter aseguró a la BBC: «Al final no es tan malo llamarse así. Por ejemplo, es una buena manera de romper el hielo en una conversación».

El Harry Potter de Mánchester

Si bien este Potter no es el famoso mago, sí que es famoso. De hecho, se hizo conocido después de responder en Twitter una pregunta que decía: «¿Qué producto de la cultura popular ha arruinado tu nombre de pila?». «No solo mi nombre de pila, sino mi nombre completo», contestó el médico británico. Su mensaje recibió más de 267.000 me gusta fue retuiteado 33.000.

Según contó el propio Harry, ya había escrito algunos tuits alusivos a su peculiar nombre, pero sólo «eran populares» entre quienes lo seguían. Esta vez tuvo más repercusión. «Esta cuenta la uso para el trabajo. Lo que pasaba con mi nombre era un tema paralelo», relató.

Algunos de los que entendieron de qué estaba hablando fueron un Michael Jackson, un David Cameron y una Meg Griffin, un nombre de ficción que hizo popular la serie «Padre de familia». Verdaderamente, estaban en una posición similar a la suya.

Potter contó que algunas veces llamarse así le ha traído problemas. Como cuando estaba haciendo su doctorado y tuvo que mandar un mail a un colega. Éste tuvo que cerciorarse de que el origen del mail fuera real y no un mero spam.

Pero, por otro lado, le ha dado algunas ventajas. Cuando tenía seis años se mudó de ciudad y apenas llegó lo visitaron de un diario del lugar para sacarle una foto vestido como el mago. Por eso, le regalaron un ejemplar del primer libro. Además, se hizo con un viaje gratis en el Hogwarts Express.

Cambiando de continente, también hay otro Harry Potter. Éste se encuentra en Melbourne, Australia. Según confesó «durante los últimos 20 años ha tenido que soportar los mismos chistes». Él tiene 37.

«Soy profesor de educación física, así que ya se pueden imaginar las bromas de los alumnos: ‘¿Hoy vamos a jugar quidditch (un juego descrito en los libros)?’ o ‘¿Qué hace aquí profesor? ¿no debería estar enseñando en Hogwarts (la escuela donde estudia Harry Potter?)’ También me cantan la melodía de las películas cuando paso por los pasillos», contó australiano.

De todas maneras, aseguró: «Pero forma parte del humor de cada día. No es algo que me moleste». Este Potter se acuerdo de la primera vez que vio su nombre en un afiche: «Un día que me bajé del tren en la ciudad de Leeds durante mi primer año en la universidad y vi aquel aviso enorme que promocionaba la primera película, en 2001. Me di cuenta que a partir de ahí todo iba a ser diferente con mi nombre».

El Harry Potter australiano

A su vez, manifestó: «La gente no me cree cuando le digo mi nombre. Simplemente se ríen. No creen que sea verdad. Gente de todo el mundo sabe quién es Harry Potter. He estado en África y China y la reacción es la misma». Él es el tercer Harry Potter de su familia: «Es una suerte de tradición».

Harry tiene dos hijas, y a pesar de que ellas creen que sus papá «tiene un nombre muy genial y famoso», contó que desde el primer momento hubo un nombre que descartó de las opciones para ellas. «Me pareció que Lily era un poco cruel», dijo, por el nombre de la madre del mago en la ficción. «Ya tienen bastante con las preguntas sobre mi nombre y su apellido con las que tienen que lidiar», cerró.