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Cómo detectar y tratar el nivel bajo de magnesio en sangre


Se habla de hipomagnesemia cuando la cantidad de magnesio en la sangre circulante es menor a la considerada normal. Los valores normales de magnesio sanguíneo oscilan entre 1,7 mg/dL y 2,2 mg/dL.

Hay algunas variaciones dependiendo del laboratorio que haga la medición para determinar la normalidad. Sin embargo, en base a esas cifras, se establece que hay hipomagnesemia cuando los resultados de laboratorio son inferiores a 1,7 mg/dL.

El magnesio es un catión, es decir, un elemento con carga eléctrica positiva. Entre los cationes del cuerpo humano, es el más abundante fuera de la célula. Dentro de las células es el segundo más abundante, después del potasio.

En cuanto a los tejidos donde está presente, la mayoría del magnesio se halla en el hueso. Un veinte por ciento se localiza en los músculos, en segundo lugar, y luego el resto se distribuye en los demás órganos.

La cantidad de magnesio corporal se regula como un equilibro entre lo que ingresa con la alimentación y lo que se elimina con la orina. Aproximadamente, en una dieta normal y variada, ingresan 360 mg de magnesio. Esa cantidad es suficiente para sostener el funcionamiento normal del organismo.

Los alimentos que más magnesio aportan al cuerpo humano son los cereales en general, las nueces y las legumbres. También hay magnesio en las verduras de hoja verde y en los frutos de mar, como los mariscos.

Causas de hipomagnesemia

  • Menor ingreso al organismo: es una causa rara e infrecuente de hipomagnesemia. Cuando disminuye la ingesta de magnesio, al sistema renal le cuesta retener el poco que hubiese circulando. Puede ocurrir cuando hay estados de desnutrición o de alcoholismo crónico. De igual manera, en personas que son alimentadas parenteralmente y no por vía oral, la hipomagnesemia es un efecto adverso.
  • Mayores pérdidas: si el sistema digestivo no es capaz de retener y absorber el magnesio que ingresa con los alimentos, también se generará hipomagnesemia. Una diarrea, por ejemplo, podría ser causa de menor absorción.
  • Hiperparatiroidismo: las personas que sufren esta patología son afectadas por lo que se conoce como redistribución del magnesio. Al haber déficit de la parathormona, se afecta el metabolismo de diversas sustancias, entre ellas el magnesio. En ese estado, el magnesio que podría estar circulando es retenido por el hueso y no se hace presente en la sangre.
  • Disfunción renal: como el equilibro del magnesio depende de su excreción renal, cuando hay patologías de los riñones puede haber hipomagnesemia. Existe, particularmente, una condición genética conocida como síndrome de Gitelman, en la que los niños nacen con una alteración de los túbulos renales que les impide retener potasio, calcio y magnesio.

Síntomas de hipomagnesemia

En la mayoría de los casos clínicos, la hipomagnesemia no genera síntomas por sí misma. En realidad, lo que se hace evidente son signos provocados por otras sustancias asociadas. La principal generadora de síntomas es la falta de potasio que acarrea la hipomagnesemia.

Una vez que el cuerpo está con déficit de magnesio y de potasio, es muy probable que disminuya también el calcio. Entonces, la hipocalcemia se suma a la generación de síntomas.

El cuadro clínico puede componerse de:

  • Náuseas y vómitos.
  • Debilidad y cansancio.
  • Anorexia: falta de apetito.
  • Temblores musculares: pueden ser pequeños, como fasciculaciones, o espasmos severos en músculos grandes.
  • Síntomas tetánicos, generados por una contractura extrema de los músculos.
  • Convulsiones: las alteraciones del medio interno sanguíneo pueden alterar la transmisión nerviosa de las neuronas.

Tratamiento

Si la hipomagnesemia no es severa y sólo se detecta en un análisis de laboratorio de rutina, el tratamiento es simple. La indicación será una dieta con alimentos ricos en magnesio, en primera instancia. Luego, se buscará la causa subyacente de la alteración.

Si, a pesar de la dieta, no hay mejoría en los valores de magnesio sanguíneo, se recurrirá a suplementos. Siempre será preferible administrar los suplementos por vía oral. Existen unos preparados de cloruro de magnesio o lactato de magnesio que se pueden tomar.

La vía parenteral de aplicación del magnesio es para casos graves con síntomas que afectan la calidad de vida. También se puede optar por ella en aquellos pacientes que no pueden utilizar la vía oral, por ejemplo, por cirugías digestivas.

En las personas alcohólicas crónicas con hipomagnesemia también se prefiere la vía parenteral. De esta forma, se asegura la aplicación ante un paciente que difícilmente cumplirá un tratamiento por vía oral.

Si la hipomagnesemia se acompaña de un bajo potasio o un bajo calcio sanguíneo, estos también deberán tratarse. Lo ideal es que se suplementen todas las sustancias al mismo tiempo. Se sabe que si se mejora un solo valor, por ejemplo potasio, sin corregir los otros, el efecto no es duradero.

Así que, si te han detectado un valor bajo de magnesio en la sangre, no te preocupes. El profesional médico te indicará una dieta y, quizá, un suplemento. Con el simple cumplimiento de estas medidas, la alteración desaparecerá.

Fuente: Leonardo Biolatto para Mejor Con Salud