"Todas las instituciones educativas o deportivas que albergan niños, que brindan actividades deportivas, culturales o educativas, tienen la obligación de controlar el ingreso y egreso de los menores y controlar la asistencia"
La directora del Programa de Atención de Niñez, Adolescencia y Género de la Defensoría del Pueblo porteña, María Elena Naddeo recordó que «mientras los chicos están dentro de las instituciones, asumen la guarda temporal y el cuidado de los chicos y son los responsables de controlar el ingreso y egreso de los menores», en alusión al caso vivido ayer en el Club Oeste de Caballito cuando una mujer simulando ser familiar de un niño lo retiró del lugar sin que los responsables advirtieran la situación.
En diálogo con Télam, Naddeo advirtió que «todas las instituciones educativas o deportivas que albergan niños, que brindan actividades deportivas, culturales o educativas, tienen la obligación de controlar el ingreso y egreso de los menores y controlar la asistencia».
«Es un principio elemental -subrayó la funcionaria- que está respaldado en el Código Civil, en la Legislación de Infancia y en una abundante jurisprudencia, y en todas las normas de habilitaciones además que existen» y destacó que existe «una normativa muy abundante acerca del cuidado de los chicos».
De ahí la importancia de aclarar al inscribir a los niños quiénes son los que están autorizados para retirarlos del establecimiento.
«Generalmente son los padres o representantes legales», dijo Naddeo, pero a veces los padres firman la autorización de otra persona o de un pariente cercano, «pero eso tiene que estar firmado y registrado en el legajo de cada niño».
La especialista en niñez aclaró que «incluso cuando hay conflicto de intereses, cuando hay un divorcio controvertido y hay una sentencia judicial o un impedimento de contacto por violencia de género es obligación de quien está a cargo del niño avisar en el establecimiento quién no está autorizado para retirar al niño o a la niña».
La directora del Programa de Atención de Niñez, Adolescencia y Género consideró que en este caso en cuestión «hubo un descuido, una negligencia total del personal actuante».
De ahí que recomendó que se recuerde a todos los equipos docentes, de conducción, de las colonias, de los clubes, y ahora al inicio del período escolar «que todo esto tiene que estar muy bien registrado y por supuesto ser controlado cuando los chicos se retiran. Más aún cuando son chiquitos de tan corta edad».
Más allá de que las instituciones tienen la responsabilidad legal de guarda del niño, es importante, destacó Naddeo, hablar con los chicos sobre los cuidados que deben tener sobre su propio cuerpo.
«Es importante hablar con los chicos evitar que se vayan con desconocidos, hablar del cuidado del cuerpo, hablar de que los extraños no deben tocarlos, y prevenir hablando con ellos, evitando situaciones de riesgo como la que se vivió en este caso y que ahora habrá que investigar», explicó.
Naddeo destacó que en este caso «hubo una reacción inmediata de los familiares y de la Policía y fue rápidamente detectado, pero si no hubiese sido así, explicó, se pone en marcha todo un protocolo, una búsqueda de paradero o una denuncia de intento de secuestro».
En esos casos, aconsejó, hay que hacer la denuncia inmediatamente en comisaría o en Fiscalía y ante cualquier consulta comunicarse con la línea 102 que funciona las 24 horas todos los días, casi en todo el país o bien al teléfono de la Asesoría del Pueblo, 0800-999-3722.