Más noticias

Salud

Cómo cuidarse de los cambios de temperatura para prevenir enfermedades


Limpiar los filtros de los aires acondicionados regularmente, tomar dos litros de agua por día y consumir alimentos con vitaminas C, A, E, hierro y zinc es «fundamental» para evitar enfermedades respiratorias y cardiovasculares, que pueden presentarse en verano por los cambios bruscos de temperatura, afirmaron este lunes especialistas.

«Las alteraciones bruscas propias del clima en verano, que pueden alcanzar amplitudes térmicas muy marcadas de la noche a la mañana, así como los cambios repentinos naturales o artificiales en la temperatura y la humedad ambiental, generan un impacto sobre el organismo», afirmó el médico Ernesto Crescenti.

El investigador y director del instituto de inmunooncología que lleva su nombre explicó que además, en el caso del calor extremo, los niveles de polen y otros alérgenos son mayores, por lo que el cuerpo se vuelve vulnerable al entorno, «ya que se ve forzado a adaptarse constantemente».

«En este ajuste el sistema inmunológico cumplirá un rol fundamental, debido a que es el encargado de defender al organismo ante infecciones. Si nuestras defensas están débiles o menos activas de lo normal nos convertimos en un blanco fácil para contraer enfermedades bacterianas o virales», detalló.

El especialista señaló que para mantener un sistema inmune saludable se debe mantener el cuerpo hidratado con dos litros de agua al día y consumir más vitaminas C, presente en cítricos, melón, kiwi, morrón y tomate, A, presente en hígado, huevos y lácteos, y E, que puede encontrarse en aceite de germen de trigo, soja u oliva, cereales, arroz, vegetales de hoja verde y frutos secos.

También es necesario consumir alimentos que contengan hierro (hígado, carne, pescado y huevos), zinc y selenio, presentes en casi todos los alimentos, aconsejó Crescenti. «Por supuesto que también ayuda al organismo evitar situaciones de estrés, realizar actividad física y asegurarse un buen descanso, medidas sumamente recomendables para la salud general», agregó el médico.

Con respecto a los aires acondicionados, la experta en olfato y alergista Stella Cuevas señaló en diálogo con esta agencia que «su mal uso o abuso quitan la humedad del ambiente, lo que favorece cuadros inflamatorios e infecciosos».

«Además los filtros juntan polvo y rara vez se limpian, y todo eso contribuye a la aparición de rinitis, laringitis, faringitis y hasta cuadros de neumonía», alertó la presidenta de la Asociación de Otorrinolaringología de Buenos Aires. Y agregó: «El aire acondicionado debe brindar confort y no dar refrigeración, por lo que la temperatura ideal es 24 grados».

«El organismo debe adaptarse lenta y gradualmente a su uso, y también hay que tener muy presente la importancia de la hidratación de las personas, que mejorará su metabolismo, estado de la piel y mucosas», completó.