La lucha por saber cuál de los gigantes estadounidenses de los medios, si Comcast o Fox, comprará el grupo de televisión Sky, se transformó este sábado en una subasta que puede poner fin a un novelón que comenzó hace dos años.
Con 23 millones de abonados y los derechos de la liga inglesa de fútbol, Sky es uno de los operadores de televisión mas poderosos de Europa.
Su destino puede ahora caer en manos de Comcast –que posee el estudio Universal y las cadenas de televisión estadounidenses NBC y CNBC– o de Fox, apoyado por Disney –que controla la cadena de televisión ABC, el paquete deportivo ESPN, el estudio Walt Disney y los parques de atracciones Disneyland–.
De momento, la oferta de Comcast, de 14,75 libras por acción — esto es, un total de 26.000 millones de libras (34.000 millones de dólares)– es mayor que las 14 libras propuestas por Fox, que valora Sky en 24.500 millones de libras (32.000 millones de dólares).
21st Century Fox, el imperio mediático controlado por la familia Murdoch, ya posee 39% del capital de Sky.
Como ni Comcast ni Fox habían renunciado a su oferta el viernes por la noche, el Takeover Panel, el regulador de las compras de empresas en Reino Unido, estableció un sistema de remates que finaliza al término de la jornada de este sábado.
En la práctica, estas subastas se desarrollan en un máximo de tres rondas. El regulador precisó que, tras el remate, publicará los resultados y desvelará las ofertas, que entonces serán definitivas. Los dos grupos deberán comunicar también sus propuestas antes de las 6:00 GMT del lunes.
Los accionistas de Sky dispondrán entonces de varios días para decidir qué oferta es la más interesante y poner fin a largo suspenso, que comenzó cuando Fox hizo la primera oferta, en diciembre de 2016.
La autoridad británica de competencia ya dio luz verde a las dos ofertas, aunque le puso la condición a Fox de que, si logra la compra, garantice la independencia de la cadena de información Sky News, o incluso que se la venda a Disney.
Para Comcast y Fox, controlar el grupo europeo sería una gran ventaja en la batalla que libran los actores históricos frente a recién llegados como Netflix o Amazon, gran competencia en las plataformas digitales.