La víctima sufría violencia de género desde hacía casi dos meses antes del femicidio y había denunciado al padre de sus hijos
Un hombre de nacionalidad india comenzará a ser juzgado mañana acusado de haber estrangulado a su mujer para luego irse a dormir con el cadáver y recién al día siguiente llamar al 911, en el barrio porteño de Vélez Sarsfield en 2019, informaron hoy fuentes judiciales. El debate se iniciará a las 9.30 mediante la plataforma virtual Zoom debido a la pandemia de coronavirus.
El acusado es Basra Parminder, quien seguirá las audiencias desde el Programa Interministerial de Salud Mental Argentino (Prisma) del penal federal de Ezeiza, donde se encuentra detenido desde el día del femicidio de su mujer, María Salinas (33), quien lo había denunciado por violencia de género.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 24 porteño, integrado por los jueces María Cecilia Maiza, Marcelo Roberto Alvero y María Elina Regueira Debenedetto, tiene previsto en la primera audiencia la lectura de la acusación, para luego dar lugar a la etapa testimonial.
Parminder está acusado de «amenazas coactivas reiteradas en dos ocasiones y homicidio agravado por el vínculo y por su comisión contra la mujer por parte de un hombre y mediante violencia de género» en perjuicio de Salinas, por lo que de ser hallado culpable la pena que le cabe es la prisión perpetua.
El hecho ocurrió la noche del 13 de noviembre de 2019 en el departamento ubicado en el 6to. «C» de un edificio de avenida Rivadavia al 8.889, donde vivía Salinas con sus tres hijos, ya que estaba separada de Parmider, quien se había mudado a lo de un amigo.
Es que la víctima sufría violencia de género desde hacía casi dos meses antes del femicidio y había denunciado al padre de sus hijos, por lo que la justicia había ordenado una restricción de acercamiento del hombre hacia la mujer y sus hijos y le había otorgado a ella un botón antipánico.
De acuerdo a la pesquisa, a pesar de la perimetral, el hombre fue a la vivienda enfurecido aparentemente tras ver unas fotos de ella con otro hombre y, tras una violenta discusión, la estranguló con sus manos en su propia habitación. Recién a las 11.20 del día siguiente, Parmider llamó al 911 para decir que había matado a su esposa, por lo que cuando los efectivos llegaron al lugar la hallaron tapada con una frazada en la cama de su pieza y ya fallecida.
Según creen los investigadores, tras el crimen, el hombre consumió una alta dosis de Clonazepam y se durmió al lado del cadáver de su mujer. De las testimoniales incorporadas a la investigación también surgió que una hermana de la víctima había sufrido abuso sexual por parte del acusado en 2017, cuando cuidaba a sus sobrinos y fue manoseada por el hombre.
La mujer, quien dijo que no era la primera vez que eso sucedía, quiso hacer la denuncia, aunque su hermana le pidió por favor que no lo hiciera, por lo que recién se hizo público el caso tras el crimen de Salinas.
Sobre las amenazas que se le atribuyen al acusado, la fiscalía mencionó dos episodios, uno sucedido el 26 de septiembre de 2019 cuando el hombre le dijo a su esposa «tu enfermedad mental me tiene cansado, te voy a matar»; y el otro al día siguiente cuando le manifestó: «Tenés que hacer los papeles del divorcio, hoy vas a dormir igual que ayer», en referencia a que la mujer había dormido en una silla por temor a ser atacada.
Ese mismo día, cuando Salinas quiso irse de la casa con sus hijos, el acusado le manifestó: «Andate vos, a mis hijos no te los llevás, y si los venís a buscar te voy a matar», según consta en el requerimiento fiscal. Por ello, Salinas se presentó en la Comisaría Vecinal 10 C y ante la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación para denunciar su situación.
Tres días después, el 30 de septiembre el Juzgado Civil 26 dictó una perimetral contra el hombre para que no se acercara a menos de 200 metros de su mujer.