Ciudad

Comienza a normalizarse el servicio de taxis, pero sigue el paro de colectivos


Luego del asesinato de dos conductores el servicio de taxis retoma su actividad, mientras tanto la UTA sigue firme tras la balacera al conductor en la zona oeste

El paro de taxistas, inicialmente decretado en señal de duelo y reclamo por los asesinatos de Héctor Raúl Figueroa, de 43 años, y Diego Alejandro Celentano, de 33, ambos tiroteados mientras trabajaban, fue levantado este viernes al comenzar el día. Sin embargo, los conductores regresaron a sus labores en un ambiente cargado de inquietud y temor, producto de la creciente ola de violencia que golpea a la ciudad de Rosario.

El titular de la Asociación de Titulares de Taxis, Mario Cesca, confirmó la finalización del paro a las 6 de la mañana, aunque describió un retorno al trabajo marcado por la tensión y la aprensión. «Nos encontramos con que la familia no quiere que salgamos, gente con miedo y muy poco movimiento en la calle», comentó.

La protesta había sido instaurada originalmente como una medida de fuerza por tiempo indeterminado tras el brutal asesinato de Figueroa el martes por la noche en el barrio Las Delicias. El violento ataque, que cobró la vida del taxista, desató una profunda consternación entre sus colegas y la comunidad. La continuación del paro fue reafirmada tras el posterior asesinato de Celentano, también taxista, en circunstancias similares.

La indignación y la tristeza se transformaron en furia entre los taxistas, quienes llevaron a cabo manifestaciones frente a las sedes gubernamentales locales, generando incluso la suspensión del inicio de sesiones del Concejo Municipal. La percepción de un posible trasfondo mafioso en los crímenes, exacerbada por las similitudes entre ambos ataques, mantuvo la tensión y el malestar entre los trabajadores del volante.

A pesar del levantamiento del paro de taxistas, la ciudad de Rosario aún enfrenta la suspensión del servicio de colectivos. Esta medida de fuerza, impulsada por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) local, responde al ataque contra Marcos Daloia, de 39 años, un colectivero de la línea K, quien fue baleado por un individuo mientras realizaba su recorrido. La situación del conductor sigue siendo crítica, lo que ha mantenido el paro de transporte en curso y ha dejado a la ciudad prácticamente paralizada, con muy pocos taxis circulando y las paradas de colectivos desiertas.