El gobernador Omar Perotti anunciará este viernes la continuidad de las restricciones por el coronavirus.
La intención de las autoridades provinciales y municipales de salir de la cuarentena estricta, con reaperturas de comercios, bares y gimnasios con estrictos protocolos, chocó este jueves con dos barreras que ponen la flexibilización en la cuerda floja: la fuerte oposición de los expertos y el número de casos récord de este jueves (1.360 en la provincia y 708 en Rosario) que les da la razón en cuanto a la gravedad de la situación sanitaria por el ascenso sin freno de la curva de contagios de coronavirus.
El gobernador Omar Perotti realizará este viernes el anuncio de cómo continúa la cuarentena en Rosario y los otros cuatro departamentos del sur de la provincia. Hasta este jueves la intención era al menos comunicar la reapertura del comercio, de los bares y restaurantes con mesas de hasta cuatro personas, y la posibilidad de que las obras en construcción sumen más de cinco trabajadores al mismo tiempo.
Pero ahora parece difícil que así lo haga. El comercio seguiría con la modalidad take away y lo de los bares quedaría en suspenso por una semana más. De todos modos, el gobernador lo definirá este viernes y el anuncio sería al caer la noche. Es que más allá de que epidemiológicamente los indicadores marcan que es necesario seguir con la cuarentena estricta, las presiones de los sectores económicos son fuertes.
En ese marco, se baraja la posibilidad de que haya matices: por caso, permitir el funcionamiento de comercios pequeños, y bares hasta cierta hora y solo al aire libre. Porque el temor es que las restricciones no tengan el acatamiento que se necesita para que sean efectivas. Y se sabe que la capacidad de control no alcanza.
Pero os especialistas fueron contundentes. «Le pedimos al gobernador que continúen las restricciones», aseguró directora del Hospital de Niños Zona Norte de Rosario que señaló que con el aumento de los testeos, «el porcentaje de positividad está cerca del 60 por ciento» y la duplicación de casos se da cada 12 días. «Son números incontrolables», enfatizó.
Y agregó: «Si no paramos esto no tendremos camas críticas, no tendremos camas generales con oxígeno, porque tienen un número y es finito».