"La reactivación va a estar sujeta a la demanda y a la previsibilidad en los precios", manifestó a CLG Fabio Acosta, presidente de la Asociación Casco Histórico de Rosario.
La pandemia del coronavirus ha tenido un impacto sin precedentes en la economía mundial, del cual Argentina no está exento. Esta semana el Indec informó que en agosto, la actividad económica del país cayó 11.6%. Estas no son simplemente cifras, sino que se pueden ver reflejadas en la realidad en uno de los sectores más golpeados por la pandemia: los comercios.
Todos los negocios que no fueran esenciales tuvieron que bajar sus persianas desde el comienzo de la cuarentena en aquel 20 de marzo y, en Rosario, tuvieron que esperar hasta el 11 de mayo. Pese a la venta online y las ayudas estatales como el programa ATP, el IFE o los créditos con bajas tasas, muchos comerciantes no pudieron sostener su negocio tras casi dos meses sin actividad y, cuando fueron habilitados, no pudieron reabrir.
El sector comercial ya venía afectado por la caída del poder adquisitivo y del consumo de los últimos años, y para muchos la pandemia fue el golpe de gracia. “A todo este panorama se le suman los 80 días sin transporte por el paro de colectivos, hasta que no aparezca una demanda sostenida y estabilidad en los precios, se va a profundizar la crisis”, manifestó a CLG Fabio Acosta, presidente de la Asociación Casco Histórico de Rosario.
Si bien el representante del sector advirtió que “los comerciantes no están llevando cálculos porcentuales interanuales precisos por esta suerte de vaivenes en las aperturas y cierres”, proyectó que “si no se mueve la demanda y hay previsibilidad en los precios no esperamos recuperación en el mediano plazo. Ya el corto está descartado”.
“Los cierres de negocios no son más, solo porque aún seguimos en esta suerte de tregua dónde todos los sectores están acompañando, pero con tregua o sin tregua el panorama es complejo”, concluyó.