La primera gran fecha comercial en medio del distanciamiento pasó y los vendedores se mostraron conformes con los resultados dados, aunque reconocieron que bajó respecto a 2019
Pasó el Día del Padre. Esta celebración especial estuvo estrechamente afectada por la pandemia del coronavirus. En primer lugar los comerciantes temían que la cuarentena impida una plena venta para el tercer domingo de junio, pero con la flexibilización llegó el día que, si bien fue magro en relación a 2019, fue motivador para los locales.
Luego de la primera fecha importante para el comercio rosarino tras la cuarentena total, CLG recorrió distintos locales en busca de un balance sobre la venta de este día.
Todos coincidieron que los últimos días fue mayor el público que ingresó y que buscaron desde camperas y zapatillas, hasta tazas y aromatizantes.
«Gracias a Dios nos fue muy bien», dijo el primero y si bien reconoció que la venta respecto a 2019 no fue la misma justificó: «Es una cuestión lógica por la pandemia, ha bajado la venta pero va repuntando».
Este mismo comerciante agregó que los precios subieron, sin embargo no se reflejaron en las vidrieras por decisión propia.
Otra, en el mismo orden, calificó como «muy bueno» el Día del Padre. «Teníamos expectativas pero nos superó, trabajamos muy bien», sostuvo. De todas formas, se tomó un tiempo para pedir más controles a las autoridades.
Con otra mirada un vendedor expresó que fueron «tranquilas» las ventas y que el paro de colectivo influyó «bastante» ya que pudo precisar que fue menos gente que en la temporada pasada. Acto seguido, aclaró que su local no «actualizó» los precios.
El último se mostró un poco más reacio a los resultados porque «no fue lo que esperaba» pero advirtió que luego del fin de semana se quedó sin tazas debido a la gran cantidad de ventas.