El juicio oral y público por la causa “Carbón Blanco” comenzó este martes en el Tribunal Oral Federal de Resistencia, Chaco, en el que algunos familiares y allegados del principal imputado, Carlos Salvatore, ya fallecido, serán juzgados por lavado de activos provenientes del tráfico de cocaína a Europa, camuflada en bolsas de carbón vegetal.
“Por fin comenzó el juicio”, dijo el fiscal federal, Federico Carniel, tras la primera audiencia a cargo del tribunal integrado por los magistrados Juan Manuel Iglesias, Fernando Ceroleni y Lucrecia Marcelina Rojas de Badaro, los dos últimos jueces de la provincia de Corrientes, en la jornada en que se leyó la acusación fiscal y declaró Carla Salvatore, hija de Carlos.
En esta causa también serán enjuiciados la viuda de Salvatore, Silvana Susana Vallés Paradiso; su suegro, Santiago Vallés Paradiso y quien fue su socio, Ricardo Gassan Saba. Carla Salvatore es la única del grupo que logró la excarcelación mientras que Silivia Susana Salvatore está detenida en la cárcel de Ezeiza, provincia de Buenos Aires.
Gasan Saba también esta privado de su libertad y cumple la pena en la unidad penitenciaria de Presidencia Roque Sáenz Peña de esta provincia y Santiago Valles Paradiso logró que se le otorgue prisión domiciliaria.
El representante del Ministerio Público Fiscal señaló que el juicio “tuvo postergaciones”; recordó que la anterior fecha de inicio estuvo previsto para fines de marzo e informó que en la audiencia de mañana deberán declarar la viuda de quien fue considerado jefe del grupo y Gassan Saba.
El 27 de junio de 2017 la entonces jueza federal de Presidencia Roque Sáenz Peña elevó a juicio la causa dando por acreditada la existencia de una organización que lideraba Salvatore y disponía de una red de sociedades comerciales para aplicar las millonarias ganancias producidas por el contrabando de cocaína a Europa.
En el expediente del caso sobre lavado de activos la jueza destacó siete hechos delictivos: una estafa procesal y seis vinculados al contrabando de estupefacientes agravado. Por ese caso Salvatore cumplía una condena a 21 años dictada en septiembre de 2015 por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Resistencia, hasta que falleció en mayo pasado.
En el fallo se consideró a Salvatore responsable de organizar la asociación ilícita que envió más de una tonelada de cocaína a Portugal y España escondida en containers que contenían carbón vegetal, mientras que otros cuatro acusados recibieron penas de entre 12 y 19 años.
En el requerimiento de elevación se estableció la existencia de sociedades comerciales sin actividad real, creadas al solo efecto de inyectar el constante flujo de dinero proveniente del narcotráfico, disimulando así el origen delictivo del mismo.
De acuerdo a la investigación en la etapa instructoria de la causa, Salvatore tuvo un rol central en las “sociedades pantallas” o delegaba responsabilidades en personas de su círculo íntimo, como su esposa o su suegro, reservándose en general -al menos- el cargo de director suplente, que luego ante la inminencia de su detención trasladó esa función a su socio Gassan Saba y a su hija Carla.