El empresario detenido Ibar Pérez Corradi comenzó este jueves a ser juzgado por el tráfico ilegal de 12 mil kilos de efedrina, que eran desviados hacia bandas de narcotráfico para la producción de drogas de diseño.
El inicio del juicio estuvo a cargo del Tribunal Oral Federal 8 integrado por Nicolás Toselli, Sabrina Namer y Gabriela López quienes en la sala de debate ubicada en planta baja dieron lectura al requerimiento de elevación a juicio, y luego se dio una declaración reservada del imputado a puertas cerradas.
Al empresario se lo acusa de la importación de 9800 kilos a través de la firma Farmacéuticos Argentinos S.A, y luego otros 1900 kilos a través de Guillermo Ascona. La sustancia importada era desviada hacia bandas de narcotráfico para fabricar drogas sintéticas: fue así que la efedrina que ingresó al país entre 2004 y 2008 superó por lejos las cantidades necesarias para la industria farmacéutica.
Según la acusación, Pérez Corradi «adquiría la sustancia con el único fin que las mismas continúen en el mercado ilegal del narcotráfico». Según se desprende de la misma, Pérez Corradi está acusado de ser partícipe necesario de la maniobra y, según el artículo 5 inciso C de la ley 27737, la acusación prevé de cuatro a quince años de prisión a quien «comercie con estupefacientes o materias primas para su producción o fabricación o los tenga con fines de comercialización o los distribuya o de en pago o almacene o transporte».
Para comercializar la efedrina se utilizó la Droguería Masterfarm, la cual si bien se encontraba a nombre de Jorge Alberto Ochoa, este sólo era un presta nombre quien no tenía capacidad económica alguna y en cambio se comprobó que el verdadero dueño era Pérez Corradi.