Este lunes fue la primera jornada, pedida por la querella de la familia de Débora Gianángelo
Este lunes fue la primera jornada, pedida por la querella de la familia de Débora Gianángelo
Este lunes se dio inicio a la apelación de la causa de la explosión del edificio de Salta 2141. La familia Gianángelo, única querellante, busca que se revea la decisión de la primera instancia que dio la absolución a diez personas, condenando solamente al gasista, Carlos García, a cuatro años de prisión. Piden que los responsables «paguen con una pena efectiva y de prisión».
El 2 de julio de 2019, las once personas que llegaron al debate oral y público estaban imputadas por el delito de estrago culposo agravado. Luego de la absolución de diez de ellos, la querella apeló el fallo ante los tribunales federales.
El tribunal esta presidido por la jueza Carina Lurati, en conjunto con Carlos Carbone y José Luis Mascali, dos jueces de segunda instancia. Graciela Argüelles es la fiscal que lleva adelante la sentencia.
Luego de la primera jornada de apelación, que se extenderá hasta el miércoles, hablaron Adrián Gianángelo y los abogados, Ángelo y Luis Rosini.
El primero en tomar la palabra fue Adrián, hermano de Débora, víctima de Salta 2141, que se mostró “conforme” con el desarrollo y el trabajo de la fiscal. Además, valoró la labor que mantuvieron sus abogados defensores durante todo el proceso.
“Nosotros estamos convencidos y por eso seguimos con el juicio. Sostenemos la acusación sobre los que fueron absueltos”, explicó Gianángelo.
Junto a él estaban Ángelo y Luis Rosini, los abogados de la querella, que basaron su apelación en dos puntos: la imparcialidad del juez y el agravio de la primera sentencia en relación a cada imputado.
Luis se encargó de fundamentar para demostrar la imparcialidad del juez Carlos Leiva, ya que esto es “muy grave”, manifestó.
Cuando se leyó el dictamen de la primera instancia las preguntas sobre la defensa cayeron y ellos eligieron el silencio, para preparar de la mejor manera la imputación expuesta este febrero. Según Rosini, cuando la defensa se quedaba sin pruebas, el juez mencionado le “sugirió el camino” que debía desarrollar para sostener su defensa y asimismo contestó una objeción de la querella, apoyando a la defensa.
Ángelo, por su parte, argumentó sobre el fallo de primera instancia y determinó que “la sentencia se equivocó al absolver a los imputados”.
En este sentido, aseguró que Rosario aplicó “un criterio viejo”: “Solamente condenamos a García que es el que mecánicamente es responsable de la fuga, pero no a todos los que con negligencias e infringiendo normativas aumentaron los riegos”. Para la querella aún restan ser condenados diez personas entre integrantes de la administración del edificio y empleados de Litoral Gas.
Ambos abogados coincidieron en que el desarrollo de la apelación se mantuvo en un marco de “orden y respeto” y eso es “importante” en una causa con trascendencia social como esta.