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Comedor de Empalme Graneros apuesta a la solidaridad para seguir ayudando al barrio


Con 500 raciones por semana, "Merenderos Unidos" le da una luz de esperanza al barrio noroeste rosarino, pero advierten una "difícil" realidad

En el corazón de Empalme Granero se alza el grupo de voluntarias que llevan adelante «Merenderos Unidos«, un comedor de la zona que asiste a 50 familias de uno de los barrios más golpeados por la inseguridad y la pandemia. Este centro, ubicado en avenida Génova 2800 (ex 6100), intenta llegar a la comunidad no sólo con una ración de comida sino con apoyo escolar para los más chicos. CLG habló con Jesica que contó el arduo trabajo que llevan adelante: «Es difícil la situación porque las ayudas para los comedores no llega, pero nos las arreglamos entre las 15 personas que somos en el comedor y el grupo de alfabetización».

«Se nos hace difícil ya que las ayudas son escasas. La voluntad siempre está y de algún lado podemos sacar para brindar un plato de comida caliente», retrató la mujer y detalló que reparten un total de 500 raciones por semana para vecinos del barrio.

En este sentido el pedido de colaboraciones se renueva día a día y la urgencia del comedor se entiende por alimentos frescos como verduras o garrafas para trabajar con el mechero de la olla popular. «La plata no alcanza y siempre sale de los bolsillos de los voluntarios y no es justo porque ellos vienen a ofrecer su tiempo para poder cocinar y no es bueno que le estemos pidiendo», apuntó Jesica.

Para colaborar pueden contactarse con ella al 3416296650 o acercarse por la tarde al comedor ubicado en Génova casi Garzón.

La ayuda de «Merendero Unidos» es tal que hasta reciben donaciones de abrigos, frazadas o «lo que sea», expuso con crudeza la referente del lugar, todo para repartir entre los asistentes.

En este marco realizaron la jornada del Día de las Infancias y Jesica contó que tuvieron que dividir las actividades en dos grupos por la gran cantidad de anotados. «La primera parte con 30 chicos, que vino el jueves, fueron chicos que le damos apoyo escolar, particular y alfabetización. Ese día vino Ludmila, una muralista, y le pintamos la cara a los chicos para compartir la leche en la vereda», relató y agregó con emoción que «cada uno se llevó su juguete».

Al día siguiente, cuando cada familia se acercó al merendero a buscar la comida de los viernes, además de la ración se llevaban un juguete para cada niño integrante del grupo.

En total son unas 50 familias que buscan un plato de comida los lunes y viernes, cada jornada «Merenderos Unidos» reparte 250 platos calientes lo que eleva a 500 raciones por semana el esfuerzo del grupo. Sumado a que son el único comedor de la zona que trabaja de noche ya que, como contó Jesica, advirtieron que las escuelas de Empalme Graneros abren su comedor al mediodía y no había actividad solidaria para la cena.

Para Jesica, el barrio sufre dos grandes problemáticas: la inseguridad y la economía. «Acá estamos complicados, Empalme está atravesado por la violencia, las drogas, está difícil porque siempre estamos hablando de tiroteos y muertes al azar». Por otro lado, señaló con preocupación que «la gente vive de changas y el trabajo formal escasea, por lo que hay días que estamos desbordados en el comedor».

Pero el trabajo solidario que llevan adelante no se detiene y buscan crecer como institución: «Queremos tener nuestra personería jurídica así poder recibir más ayuda, además apuntamos a conseguir un espacio más grande para brindarle a los chicos y jóvenes otras actividades y que no estén en la calle a la deriva», cerró Jesica ante CLG.