"Tras la verificación de que estaba desarrollando en el país actividades incompatibles con lo previsto en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas", explicó la cartera de Relaciones Exteriores
El Gobierno de Colombia declaró «persona no grata» a un funcionario de la embajada de Cuba, por considerar que realizaba actividades contrarias a las convenciones diplomáticas internacionales, lo que generó una inmediata réplica de La Habana, que defendió a su funcionario en un cruce que tuvo a la red Twitter como terreno.
«Cancillería, en nombre del Gobierno Nacional, informa que se tomó la decisión de declarar persona non grata a un funcionario de la embajada de Cuba acreditado en Colombia tras la verificación de que estaba desarrollando en el país actividades incompatibles con lo previsto en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas», señaló la cartera de Relaciones Exteriores en su cuenta.
El ministerio, que no dio más detalles sobre el funcionario, explicó que «pese a estas circunstancias, el propósito de Colombia es privilegiar la relación diplomática y de cooperación con la República de Cuba».
Bogotá reseñó que para llegar a la declaración de «persona no grata» del funcionario «se ha seguido el procedimiento establecido en el Artículo 9» de la Convención de Viena, que habilita a los Estados a adoptar esa medida «en cualquier momento, y sin tener que explicar su decisión».
En consecuencia, «el Estado acreditante retirará entonces a esa persona o pondrá término a sus funciones en la misión, según proceda».
Un rato después, el director general de América Latina y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores cubano, Eugenio Martínez Enríquez, reveló que el Gobierno de la isla convocó al embajador de Colombia para protestar por esa declaración.
«Convocamos hoy al embajador de Colombia para trasladar mediante nota verbal nuestra enérgica protesta por la decisión de su Cancillería de declarar ayer persona non grata al primer secretario de nuestra Embajada en Bogotá, Omar Rafael García Lazo», escribió Martínez Enríquez en su cuenta de Twitter.
Para el diplomático, se trató de una decisión «infundada», que marca «un acto inamistoso y afecta el normal funcionamiento de la embajada de Cuba en Colombia».
Martínez Enríquez remarcó que «los diplomáticos cubanos cumplen con seriedad y rigor sus obligaciones derivadas de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas» y reclamó que “se expongan los supuestos motivos para esta insólita decisión».
La decisión de Bogotá se dio en medio de masivas protestas callejeras contra el Gobierno, que fueron respondidas con una fuerte represión policial, criticada por buena parte de la comunidad internacional y organizaciones defensoras de los derechos humanos.