La semana pasada el secretario de la UTA Rosario, Sergio Copello, había advertido que si para el viernes no estaban los depósitos realizados, “la ciudad y todo el sur de Santa Fe va a tener que cumplir el compromiso electoral sin colectivos en la calle"
Las empresas de transporte que operan en Rosario y la región comenzaron a depositarle a sus choferes el medio aguinaldo correspondiente al mes de julio, con lo que quedó desactivada la amenaza de paro que habían lanzado desde la UTA local para este fin de semana.
Si bien los fondos que Nación se comprometió a enviar para cubrir el último aumento paritario aún no llegaron, tanto provincia como municipio decidieron cubrir con dinero propio el pago del Sueldo Anual Complementario (SAC). Con esta decisión garantizan también que el servicio de colectivos esté activo durante el fin de semana, principalmente el domingo de elecciones.
La semana pasada el secretario de la UTA Rosario, Sergio Copello, había advertido que si para el viernes no estaban los depósitos realizados, “la ciudad y todo el sur de Santa Fe va a tener que cumplir el compromiso electoral sin colectivos en la calle».
Para pagar el aguinaldo, tanto provincia como municipio contaban con que el ministerio de Transporte nacional cumpliera con su compromiso de enviar en tiempo y forma los subsidios. Pero esto finalmente no pasó y ante la urgencia, ambas partes decidieron cubrirlo con fondos propios.
Con esta solución, por el momento, quedó desactivado el paro de colectivos. Pero la situación del Transporte de Pasajeros sigue siendo compleja. En los próximos días se termina el convenio por el que Nación se compromete a enviar subsidios para sostener el sistema de colectivos en el interior del país.
Si bien el acuerdo se viene renovando de forma continua, cada vez que se tiene que revalidar se genera una demora burocrática que frena el envío de los subsidios y esto vuelve a poner en crisis el pago de salarios.
La situación del transporte público en Rosario es crítica y es una de las preocupaciones más importantes de los vecinos. El servicio es deficiente, los colectivos siempre están demorados y las tarifas son elevadas. A esto se suma ahora la amenaza de nuevos paros, lo que genera aún más incertidumbre y malestar entre los usuarios.