Se trata del “Proyecto Mochi”, consiste en donar mochilas completas con útiles necesarios para el inicio de clases. La iniciativa es de un grupo de voluntarios que trabaja, desde hace años, con algunos merenderos de Villa Gobernador Gálvez
Por Diego Carballido
El “Proyecto Mochi” es una iniciativa de un grupo de voluntarios que trabaja, desde hace varios años, con algunos merenderos de la ciudad de Villa Gobernador Gálvez. «Desde hace cuatro años que ayudamos, principalmente, al merendero Ojitos Felices del barrio La Tablita. Cuando llegamos se daba esporádicamente la copa de leche solamente los domingos a la mañana, a partir de nuestra ayuda logramos que exista una cierta regularidad. Así comenzó nuestro trabajo» explicó María Angélica Macagno, una de las referentes de este grupo de voluntarios, en diálogo con CLG.
El merendero actualmente alberga a casi 300 chicos que asisten tres veces por semana a recibir una copa de leche.
«Vimos que las campañas solidarias que nos dieron más resultados son aquellas donde se realiza un aporte individual y personalizado. Por eso, desde el año pasado hemos lanzado este Proyecto Mochi que permitió donar casi 400 mochilas completas con los útiles necesarios para iniciar las clases” explicó Macagno.
El objetivo para este año es llegar a las mil mochilas. Para ello, el domingo 24 todas aquellas personas que tengan una mochila armada para donar deberán llevarla hasta “El Churrasquito” de Caffetta 759, en la zona de la Terminal. Previamente deberán escribir un correo electrónico a ojitosfelicesvgg@hotmail.com donde este grupo de voluntarios asignan los destinatarios de cada mochila.
“El año pasado logramos cubrir la demanda del merendero y pudimos ayudar a otros dos comedores de la Gálvez” Este año, el desafío es mayor porque además de ayudar a los asistentes al merendero, este grupo de voluntarios, también se propuso ayudar a los chicos del barrio “Pasaje siete” una de las zonas más vulnerables que tiene Villa Gobernador Gálvez.
Las mochilas son entregadas a los padres de los destinatarios para que sean ellos quienes las entreguen «La idea es quitar a los chicos del lugar de vulnerabilidad donde son objetos de caridad. En lugar de eso, les entregamos las mochilas a los padres para que puedan, de alguna manera, proveer a sus hijos de lo que no le pudieron comprar» amplió Macagno.
Durante el 2018, los buenos resultados obtenidos animo a este grupo de voluntarios a organizar no solamente el Proyecto Mochi, sino que repitieron la misma dinámica para conseguir calzados y luego para el día del niño y en Navidad. «Se produjo un gesto muy lindo cuando las personas que ya habían donado la mochila a comienzo de año, luego escribían para destinar su donación al mismo chico» contó Macagno, y agregó: «Recibimos las mochilas armadas, pero también si alguien quiere acerca útiles sueltos también serán bienvenidos».
Todo el trabajo solidario realizado por este grupo de personas se produce como resultado de las colaboraciones que realizan particulares y conocidos que se van enterando de esta tarea a través de las redes sociales. También, su labor se realiza en coordinación con el Banco de Alimentos Rosario donde obtiene algunos de los insumos necesarios. «Cada uno fue charlando con sus conocidos y así fuimos recolectado muchas de las donaciones» dijo Macagno.
Al describir los alcances de la tarea solidaria que realizan, la referente explicó que: «Tratamos de involucrarnos con las personas porque pensamos que la pobreza no es un contexto adecuado para desarrollarse de forma sana. Nuestro accionar va en ese sentido», y finalmente expresó que «La responsabilidad social no le corresponde solo al Estado, sino que todos los particulares también tenemos que tratar de hacer algo desde nuestro lugar».
