Por Diego Carballido
«Hubo un comunicado hacia las escuelas diciendo que en los últimos meses podría haber alguna readecuación de los menús”. La noticia, que se conoció hace algunos días, advertía que frente a la creciente demanda en los comedores de la escuelas, la Cocina Centralizada comenzaban a evaluar la posibilidad de reemplazar la carne por otras alternativas debido a cuestiones presupuestarias.
CLG se comunicó con Lorena Almirón, secretaria adjunta de ATE Rosario, que además se desempeña en el comedor escolar de la escuela “Santa Lucía” Nº 1396, quien brindó más destalles respecto a dicha situación: «La realidad en los comedores comunitarios se agudizó en los últimos meses a causa de los grandes aumentos que se produjeron. Por ejemplo, la carne, los lácteos, verduras y el pollo han tenido incrementos que van desde el 60 al 100%».
Si bien la secretaria de ATE aclaró que se realizan actualizaciones de las partidas que recibe la Cocina Centralizada, los números demuestran que esos aportes siempre corren por detrás de la inflación.
«Las partidas se actualizan dos veces al año, en marzo y en julio. Este año, la actualización fue de un 30%. Hoy los aportes se dividen en $13.48 para el comedor, de parte de la provincia, y el aporte nacional es de $1.69, en calidad de refuerzo nutricional, sumado a los $4.60 para la copa de leche y $0.85 que se aporta desde Nación. Son cifras muy ínfimas de dinero por raciones con los que los comedores deben poder ofrecer un menú frente a los permanentes aumentos de las mercaderías”, explicó.
Demanda en alza
Desde la Cocina Centralizada se abastece a una gran cantidad de comedores comunitarios. «Hoy tenemos 132 mil raciones para copa de leche y 65 mil para comedores”, detalló Almirón, aclarando que estos números son recientes porque existió un aumento de la demanda. «Hubo un incremento en la copa de leche porque se sumaron escuelas secundarias que no tenían el servicio y que, por la crisis, los gremios y la comunidad educativa solicitamos que se incorporen debido a que era evidente la necesidad”, enfatizó.
“En lo que va del año tuvimos que incrementar, en total, unas 10 mil raciones”, dijo, aclarando que este mayor número de raciones implicó redoblar el esfuerzo en los trabajadores de la Cocina Centralizada, quienes “están cocinando casi al límite de sus posibilidades”.
Por lo tanto, a los inconvenientes producidos por la inflación y el manejo de los presupuestos asignados, la secretaria de ATE Rosario agregó: «Estamos muy preocupados por la situación de los asistentes escolares, porque si la Cocina Centralizada empieza a tener problemas para lograr un buen menú, en las escuelas la situación es aún más difícil».
Pensando en el 2019
Este presente obligó a una reunión el pasado jueves 1º de noviembre en la sede local de ATE, donde se discutieron las dificultades con las que se enfrentan a diario los asistentes escolares, pero también la reapertura de la paritaria salarial que los ubica actualmente por debajo de la línea de la pobreza.
«Con respecto al Presupuesto Nacional que tuvo media sanción en Diputados y que ahora va a Senadores, sabemos que conlleva un mayor recorte en las partidas y seguro que va a tener un impacto para los comedores y copas de leche, por lo tanto, estamos sumamente preocupados también por esa situación. Pensamos que si, actualmente, se hace difícil con estos montos que manejamos y que debieran estar actualizados de acuerdo a la inflación, el año que viene la complicación puede ser aún mayor” advirtió. «Tenemos una mayor demanda producto de las jornadas ampliadas de muchos colegios, porque los chicos pasan mayor tiempo dentro de las escuelas y todo lo hacemos con el mismo personal. Por eso, también exigimos al Ministerio de Educación que haya creación de cargos», completó.
Reemplazos nutritivos
Con respecto al problema de las raciones y la incorporación, o no, de carne, Almirón remarcó: «Está contemplado dentro de los menús para comedores usar variantes para suplantar a la carne, pero sabemos que no igualan su valor proteico. Además, los chicos comen menos cuando no tiene carne».
Una situación que toma otra dimensión si se pone en contexto que en Argentina, uno de cada cuatro chicos recibe su único plato de comida gracias al trabajo realizado por los comedores comunitarios.