El plantel de Central comenzó esta tarde la semana de entrenamientos en el predio de Arroyo Seco, tras haber tenido los jugadores la jornada del domingo para descansar. Luego del empate 1 a 1 en el partido amistoso del pasado sábado ante Arsenal en el Gigante de Arroyito, los dirigidos por Diego Cocca debutarán en la Superliga 2019/2020 el próximo lunes cuando visiten a Atlético Tucumán desde las 21.10.
Y la formación sería la misma que en los últimos encuentros preparatorios de pretemporada: Jeremías Ledesma; Nahuel Molina, Matías Caruzzo, Miguel Barbieri y Alfonso Parot; Fabián Rinaudo; Ciro Rius, Leonardo Gil y Diego Zabala; Maximiliano Lovera y Claudio Riaño.
La buena noticia es que Sebastián Ribas superó la mialgia que soportaba en el gemelo derecho y está a disposición del entrenador.
Colazo y Gamba, muy difícil
En el rubro incorporaciones, está prácticamente caída la chance de incorporar al defensor Nicolás Colazo, cuyo pase pertenece a Boca y está a préstamo en Tigre hasta el 30 de junio de 2020. El técnico Diego Cocca había dado el visto bueno para su llegada.
Mientras que el arribo del delantero Lucas Gamba que actualmente juega en Huracán no sería tan sencillo como se suponía desde ayer por la noche. Porque en las últimas horas se complicaron las negociaciones para comprar la mitad del pase, por el cual Central había ofertado 1.000.000 de dólares, más allá que había sido tazado en 3.000.000 de la moneda norteamericana, por la totalidad del pase, por parte de la entidad del barrio porteño de Parque Patricios, dueña de los derechos económicos y federativos.
En realidad se había armado una ingeniería financiera con la participación de Olimpia de Paraguay que le debe 600.000 dólares a Central por la operación de José Luis Legizamón. Sumado a que Huracán está en una situación similar de deudor con el conjunto guaraní por el pase de Saúl Salcedo.
Pero desde la sede de calle Mitre, sólo iban a pagar la suma de 400.000 por Gamba a Huracán. Y el resto era un acuerdo entre los tres clubes por los 600.000 dólares en danza. Ya que Olimpia no iba a estar más en deuda con Central porque ese dinero servía para abonar lo que, justamente, le debía Huracán a los paraguayos.