Organizar actividades conjuntas y mantener activos los vínculos con los demás se torna fundamental en estos tiempos
No sólo pasa en Argentina. Como ya es de público conocimiento, muchos gobiernos del mundo han tenido que pedirles a sus ciudadanos que permanezcan en casa haciendo cuarentena, con el fin de evitar o minimizar lo máximo posible la propagación del coronavirus, en el marco de una pandemia. Mientras por un lado es sano estar en casa, hablando de mantenerse a salvo del Covid-19, también se debe a tener en cuenta cómo impacta esta situación en la mente.
La situación del encierro puede llevar a bajones anímicos importantes, dependiendo de la personalidad de cada uno de los habitantes, entre muchas otras cosas. El hecho de no estar activos o de, en algunos casos, estar incomunicados, no ayuda a tener una vida “normal” y eso puede jugar una muy mala pasada.
Ante esta circunstancia fuera de lo común, el portal RT publica un material sobre especialistas en psicología que brindan algunas claves para no estar abrumados en los momentos de incertidumbre. De hecho, todos coinciden en la importancia de mantenernos activos y comunicados con nuestros afectos o conocidos en general, incluso sin salir de casa. ¿Cuáles son sus consejos? ¿Cómo se puede sostener el optimismo? ¿De qué forma se les transmite calma a los niños?
«El trasfondo de todo eso es que hace unos meses vivíamos en un mundo donde parecía que todo estaba bajo control, y se nos cayó esa ilusión, en un planeta hiperconectado», sostiene el director de la maestría en Pensamiento Sistémico de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Saúl Fuks. De forma reciente, se abrió un nuevo escenario donde se anula nuestra capacidad de predicción y debemos aprender a manejarlo: «Tener poder de decisión sobre mi vida, se confronta con tener que quedarnos solos», indica el especialista.
Además, el académico sostiene: «Quedarse en casa sin tener que ir a trabajar, que los chicos no tengan que ir a la escuela y estar 24 horas ahí adentro puede ser una situación crítica, pero probablemente se reorganice rápidamente».
En otras palabras, Fuks señala que, aunque se presente «una sensación de vacío», se pueden empezar a observar «cosas que antes eran naturalizadas», y abrir un espacio de reflexión. Para llegar a ese estado de tranquilidad mental, el entrevistado, que desde los últimos días atiende a sus pacientes por Skype, brinda algunas recomendaciones.
«Sugiero un viejo remedio, que es jugar. Lo lúdico es algo muy saludable, sobre todo cuando nuestra vida se basa en objetivos, en obtener resultados para ser exitoso», sostiene. Asimismo, como pilar fundamental, «hay que organizar actividades conjuntas», como «cocinar o ver películas».
«Lo que hay que evitar es que cada uno se separe en un cuarto y pierda contacto. Eso funciona bien al comienzo, pero después de unos días, se torna insoportable», advierte. Para el experto, otra buena forma de fortalecer vínculos familiares, y hacer que el tiempo no se vuelva eterno, «es conversar y preguntar qué le pasa al otro». Es decir, «la clave es encontrar el lado agradable de una situación desagradable», opina.
Además, apunta: «Tenemos acceso a la tecnología, podemos hablar con amigos, hacer video conferencias y chat grupales», ejemplifica. También señala que para las personas que viven solas, esto es menos difícil, porque «ya tienen organizada una rutina».
La depresión es un grave problema de salud, alerta la OMS. Según aquel organismo de Naciones Unidas, se calcula que más de 300 millones de personas padecen esta enfermedad. Y a pesar de que existan tratamientos, la mitad de los afectados del planeta no recibe asistencia.