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Ciro Pertossi y Máximo Thomsen, a la fiscal: «No sabemos por qué estamos acá»


Los dos principales acusados del crimen de Fernando Báez Sosa, se negaron a declarar y cuestionaron a la fiscal

Los dos principales acusados del crimen de Fernando Báez Sosa, se negaron a declarar y cuestionaron a la fiscal

Los dos principales acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa, el chico de 18 años asesinado a golpes en Villa Gesell, estuvieron este miércoles cara a cara con la fiscal Verónica Zamboni. Ciro Pertossi y Máximo Thomsen, dijeron ante la fiscal: «No sabemos por qué estamos acá».

Además, los imputados cuestionaron a Zamboni, tal como había hecho su abogado Hugo Tomei, quien intentó removerla del caso. «No sabemos por qué estamos acá, no vamos a declarar adelante de esta fiscal», fue la frase de uno de los señalados del asesinato, según consigna TN.

Por ende, los rugbiers no declararon ante la fiscal y volvieron a subirse el micro, en el que habían llegado desde el penal de Dolores, donde están detenidos. El resto de los imputados permanece en la indagatoria, que comenzó minutos después del mediodía. Previamente, Thomsen había solicitado la presencia del juez del caso.

Es la segunda vez que los ocho acusados tienen la posibilidad de declarar ante la funcionaria judicial y dar su versión de los hechos. El abogado Tomei había solicitado que estas indagatorias se suspendieran, al argumentar que existieron irregularidades la primera vez que Zamboni estuvo frente a los jóvenes.

Luego de que pasaron Thomsen y Pertossi, llegó el turno de Enzo Comelli. La lista se completa con Luciano y Lucas Pertossi, Ayrton Viollaz y Blas Cinalli.

Los chats de Cinalli

En la mañana del miércoles se conocieron nuevos chats de los rugbiers, que complican su situación. A través de Whatsapp, Blas Cinalli le escribió a un amigo y confesó el crimen: «Amigo, flasheamos, matamos a uno».

«Nos cagamos a piñas en el boliche. Nos sacaron a todos. Esperamos a que se vaya la Policía y ahí los recagamos a piñas», relató. Y añadió: «Dos convulsionaron, uno lo mandamos al hospital sin signos vitales. Ahora estamos yendo al Mc Donald’s a ver qué pasa».

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