Cinco ejemplares de mono carayá que se encontraban a resguardo en una granja de la ciudad de Santa Fe fueron liberados en un área natural protegida del norte de la provincia, en el marco de un programa piloto de reintroducción de esa especie característica de esa región.
Los monos carayá (Alouatta Caraya) estaban siendo cuidados en la Estación Zoológica Experimental La Esmeralda y fueron liberados en un espacio que reúne los requisitos necesarios para proteger a los animales: tiene bosques conservados, se ubica dentro del área de distribución de la especie, no poseer poblaciones de monos preexistentes y la habitan especies de las que puedan alimentarse.
El subsecretario de Recursos Naturales, Alejandro Larriera, explicó que para liberarlos se seleccionó un campo de la zona de Villa Guillermina, en el departamento General Obligado, porque lo caracteriza «un hábitat apto para una recepción favorable de los monos». Los ejemplares serán monitoreados por parte de profesionales y pobladores locales, quienes utilizarán también la captura de imágenes tomadas con cámaras trampa.
Experiencias como la de los monos carayá «han sido exitosas en otros casos, como tortugas de tierra y cardenales amarillos, señaló Pablo Siroski, de la dirección General de Manejo Sustentable de Fauna del Ministerio de Medio Ambiente.
Las cinco especies de primates que viven en la Argentina están en riesgo de extinción. El mono aullador rojo (Alouatta guariba clamitans) es el más comprometido y se considera en peligro crítico; mientras que el carayá (Alouatta caraya), el mirikiná (Aotus azarae), el caí negro (Sapajus nigritus) y el caí de las yungas (Sapajus cay) se encuentran en estado vulnerable.