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Cinco datos sobre los búhos y su importancia para la biodiversidad


Este animal tiene características muy peculiares, como su preferencia por desplazarse al amanecer

Los mitos y leyendas relacionados con los búhos suelen asociar a este animal con la mala suerte o los peligros nocturnos.

Esta idea pone en peligro el conocimiento real sobre esta especie de ave, que vive en prácticamente todos los continentes del mundo, incluidas las islas oceánicas. El único lugar donde no existen es la Antártida, según la Enciclopedia Britannica.

Este animal tiene características muy peculiares, como su preferencia por desplazarse al amanecer, el característico sonido que emite en la oscuridad y una dieta variada que incluye insectos.

Estos animales tienen una efeméride creada para llamar la atención sobre su protección: el Día Internacional del Búho, que se celebró el 4 de agosto. En esta fecha, descubre cinco datos sobre el búho que te van a sorprender.

Silencioso y preciso cuando caza, el búho se consideraba antaño un símbolo de inteligencia

En el mundo antiguo, el búho era considerado el ave elegida por Atenea, la diosa griega de la razón y el conocimiento, explica Britannica. Esta conexión contribuyó a conferir al animal un aura de símbolo de inteligencia y de capacidad para presagiar acontecimientos.

Parte de estas creencias pueden estar relacionadas con la aguda capacidad del ave para ver de noche y sus movimientos silenciosos, incluido el vuelo, señala la plataforma en línea.

Esto también repercute en el estudio científico de los búhos, explica Britannica: “Su actividad nocturna y silenciosa significa que la ecología, el comportamiento y la taxonomía de muchas especies siguen siendo poco conocidos”.

Son aves rapaces, como las águilas

Las aves rapaces se caracterizan por sus afiladas garras y picos curvados, que utilizan para cazar, matar y comerse a otros animales, explica Owl Research Institute, una organización sin ánimo de lucro dedicada al estudio y la protección de los búhos. La definición los sitúa junto a otras especies como águilas, halcones y buitres.

Sin embargo, la organización señala que existen grandes diferencias entre los búhos y estas otras aves. “La mayoría de los búhos tienen cabezas enormes, cuerpos fornidos, plumas suaves, colas cortas y un dedo reversible que puede apuntar hacia delante o hacia atrás”, explica la fuente.

Además, los ojos del búho están en el frente de su cara y miran hacia adelante como los humanos, señala el Owl Research Institute, lo que también explica parte del atractivo por las leyendas que surgen sobre este animal.

La mayoría de los búhos están activos por la noche, pero no tienen nada de sobrenatural

Por otra parte, debido a sus hábitos mayoritariamente nocturnos y a sus característicos graznidos y ululatos graves, los búhos han llegado a asociarse con lo oculto y lo sobrenatural, explican tanto Britannica como el Owl Research Institute.

“Sus hábitos secretos, su vuelo silencioso y sus inquietantes llamadas han hecho de los búhos objetos de superstición e incluso de miedo en muchas partes del mundo”, señala Britannica.

Creencias aparte, los sonidos que muchos pueden considerar ominosos, en realidad recorren largas distancias “sin ser absorbidos por la vegetación”, afirma la organización benéfica para la defensa de los búhos. Estos cantos y vocalizaciones ayudan a identificar las especies de búho, añade la fuente.

La familia de los búhos

Los búhos pertenecen a un grupo de aves llamado Strigiformes, que incluye a unas 250 especies y se divide en dos grupos más pequeños: las familias Tytonidae (lechuzas) y Strigidae (que incluye búhos, autillos y mochuelos, entre otros).

Aunque comúnmente se suelen nombrar a los miembros de ambas familias como “búhos”, existen algunas diferencias. Por ejemplo, la familia Tytonidae incluye a las lechuzas, que tienen la cara en forma de corazón. La Strigidae incluye (entre otras especies) a los búhos, la mayoría de los cuales tienen la cara redonda, detalla la institución que estudia el animal.

El tamaño medio de los búhos es similar al de los halcones, con una longitud de entre 13 y 70 centímetros y una envergadura de entre 0.3 y 2 metros. “La mayoría de las especies de búhos se encuentran en el extremo inferior del rango de tamaño”, dice Britannica. En otras palabras, son aves pequeñas.

Su variada dieta los hace esenciales para el medio ambiente

Los búhos suelen alimentarse de pequeños mamíferos, como roedores, que son sus presas más comunes. Pero también pueden comer ranas, lagartos, serpientes, peces, conejos, pájaros, ardillas y otras criaturas, incluso insectos, dice la organización.

“Ocasionalmente, los búhos negruzcos (Asio stygius) pueden incluso encontrar zorrillos lo suficientemente sabrosos como para comérselos. Algunas subespecies, como el búho flamígero (Psiloscops flammeolus), se alimentan casi exclusivamente de insectos”, afirma la fuente experta en estas aves.

Además, los búhos cazan de diversas maneras, dice la fuente. Y una de sus técnicas favoritas se llama “posarse y abalanzarse”. “En este método, se posan cómodamente hasta que divisan a su presa y luego planean sobre ella. Otro método de caza, llamado vuelo en cuartos, consiste en buscar la presa durante el vuelo”.

En cuanto a los tiempos de descanso de estas aves, las especies crepusculares (es decir, las que están activas desde el atardecer hasta el amanecer) están inactivas durante el día. Lo contrario ocurre con los pocos búhos que son diurnos y aprovechan la noche para descansar, finaliza la organización dedicada al animal.