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«Cigadrillo», el proyecto de cuatro jóvenes rosarinos para reutilizar las colillas


Antonio, Rodrigo, Luján y Luciano le contaron a CLG de qué se trata el programa que busca fabricar placas para construcción a partir de uno de los mayores contaminantes del mundo.

Texto: Santiago Ceron / Video: Gonzalo Santamaría

Los avances más importantes no siempre provienen de las mentes más experimentadas, sino que a veces surgen de los cerebros jóvenes. Desde hace años una de las principales luchas a nivel mundial es la protección del medio ambiente, y es llevada adelante, en su gran mayoría, por las «nuevas» generaciones.

Nuestra ciudad da ese ejemplo y lo hace gracias a cuatro estudiantes de Arquitectura de la Universidad Nacional de Rosario: Antonio, Rodrigo, Luján y Luciano. Estos futuros arquitectos vienen desarrollando desde 2017 un proyecto que ataca a una de las causas de contaminación más graves en el mundo: las colillas de cigarrillos.

De izquierda a derecha: Antonio Ramírez, Rodrigo Barbuscia, Luján Fischer y Luciano Carrizo

Se estima que en todo el mundo se arrojan 4.500 millones de colillas por año. Y, si bien pueden tardar hasta 25 años en degradarse, el verdadero problema son los restos de sustancias tóxicas contenidas en el filtro usado. Una sola colilla puede contaminar hasta 70 litros de agua.

La iniciativa de estos cuatro jóvenes se llama «Cigadrillo» y tiene como objetivo recolectar las colillas de cigarrillos usadas para fabricar placas que pueden ser aplicadas en la construcción. «Es un programa integral que llevamos adelante en el Estudio Axia Diseño y Construcción, el cual se formó con estudiantes y profesionales de la Facultad de Arquitectura. El fin de Cigadrillo es producir placas termoaislantes o placas de melamina que pueden ser utilizadas en la construcción«, explicó Antonio Ramírez, líder del proyecto.

«La idea surgió a partir de un interés en el medio ambiente y de cómo afectan las colillas de cigarrillo», indicó Rodrigo Barbuscia, el más joven del grupo con 24 años. Y agregó: «Uno de los prototipos está apuntado al aislamiento, ya sea térmico o acústico. El otro tiene un fin de revestimiento. La idea es recolectar esas colillas para poder tratarlas, sanearlas y, mediante un proceso de producción, fabricar estas placas».

«Si bien se cree que los residuos secos, como el plástico, son el mayor contaminante a nivel mundial, en realidad lo son las colillas. Por eso nuestro foco está puesto ahí, porque creemos que la ciudad debe dar un paso más hacia la sustentabilidad«, subrayó Luján Fischer.

Para fabricar las placas se debe aplicar un tratamiento que tiene distintas etapas: en primer lugar se desintoxican las colillas mediante un proceso químico, luego se las seca, se realiza un desmenuzado, en el que se las tritura y se les añade sustancias para que adquieran una mayor cohensión, y, finalmente, se prensa esta pasta en un molde para obtenerlas.

La recolección, una pata fundamental

«La recolección requiere de un trabajo de campo bastante arduo, por eso no sólo proponemos a Cigadrillo como proyecto de placas, sino también como un programa. Planteamos la idea de poder ubicar en el espacio público distintos cestos de recolección propios para colillas de cigarrillos que sean interactivos. La idea es lograr que cualquier persona, sea fumadora o no, tenga la posibilidad de aportar y contribuir a la recolección«, detalló Luján.

«Estos cestos contendrían una pregunta y habría dos o tres, uno al lado del otro. Cada uno llevaría la respuesta que el ciudadano quiere dar al tirar la colilla, por lo tanto funcionaría como un encuestómetro«, añadió.

En referencia a dónde serían colocados, indicó: «Inicialmente pensamos en ubicarlos en puntos claves de la ciudad como facultades, centros de salud, minimercados o lugares en donde hemos visto que realmente hay una concentración importante de gente. De hecho, en zonas de la costa, como el Parque de las Colectividades, hemos llegado a recolectar 75 colillas por metro cuadrado«.

Financiamiento, siempre necesario

A los proyectos que involucran a la ciencia y al medio ambiente, les suele aparecer una traba que puede ser difícil de sortear, y es el financiamiento: «Para poder implementar el programa, la producción y el saneamiento de las colillas necesitamos dinero. Estamos abiertos a que se contacten con nosotros: cualquiera puede donar, ya sea empresa, institución pública o un transeúnte«, manifestó Luciano Carrizo.

«Queremos dar una solución a esto que es un contaminante en la ciudad y en el mundo y de alguna manera contribuir para hacer de Rosario un lugar mejor«, concluyó.

Quienes estén interesados en contactarse con estos emprendedores, pueden hacerlo a través del Facebook del proyecto haciendo click aquí o a través del Estudio Axia Diseño y Construcción haciendo click acá o acá. También pueden comunicarse al 3415855002.

Conocé el proyecto explicado por los propios creadores, acá: