La protesta se desarrolló mientras los integrantes del G7 se encontraban reunidos en el condado inglés de Cornualles
Cientos de surfistas se lanzaron hoy al agua en la playa de Gyllyngvase, en el condado inglés de Cornualles, para exigir a los líderes del G7 que tomen medidas para proteger el océano en el marco de la cumbre que se desarrolla en esa zona turística.
La protesta se llevó a cabo mientras los líderes de los siete países más ricos están reunidos en el Hotel Carbis Bay este fin de semana, donde además de la recuperación de la pandemia y un plan de vacunación mundial, también discuten sobre los problemas más importantes que afectan al planeta, incluido el cambio climático.
El grupo de campaña Surfers Against Sewage (Surfistas contra las aguas residuales) fue el encargado de organizar la protesta en la que casi 1.000 personas se lanzaron al agua con tablas de surf y kayaks, entre otras pequeñas embarcaciones, bajo el sol y una temperatura poco usual de 29 grados..
En otro lugar, otros manifestantes prendieron fuego a una maqueta de un barco vikingo cerca del hotel donde se alojaban los delegados del G7, en un intento por destacar “la muerte de los océanos”, según consignaron los medios locales.
A su vez, integrantes de la organización humanitaria Oxfam inició las protestas del día, sentados en la playa en Falmouth disfrazados de líderes mundiales pidiendo que el G7 se comprometa a reducir aún más las emisiones de gases contaminantes y proporcione ayuda a los más afectados por el cambio climático.
También manifestantes de la organización Extinction Rebellion marcharon por las calles de Falmouth.
«Todo el mundo quiere mostrar su apoyo para un mejor apoyo a nuestros océanos. Hay conversaciones en curso en Carbis Bay sobre el medio ambiente y el cambio climático y el océano debe ser fundamental para ellos», afirmó Hugo Tagholm, director ejecutivo de SAS, al diario local Cornwall Live
El activista afirmó que la protesta era necesaria para garantizar que su mensaje llegara, aunque destacó que los políticos estaban escuchando más los reclamos.
“En los últimos dos o tres años hemos visto un cambio: los líderes empresariales, los políticos, todos están tirando en la misma dirección. Saben que tenemos que actuar, pero necesitamos que sean audaces al respecto», subrayó.
Sostuvo que esta es una década vital para los océanos del mundo y que era importante que los políticos siguieran adelante con las acciones necesarias.