Un importante incendio se declaró durante la noche del lunes en la región de Pisa (Toscana), en el norte de Italia, y obligó a evacuar a cientos de personas.
El incendio comenzó a última hora del lunes en la región boscosa del Monte Serra y, a causa del viento, se extendió rápidamente y amenazaba el martes las localidades de Calci, Montemagno y San Lorenzo e la Torre.
Unas 700 personas han sido evacuadas como medida preventiva y trasladas a centros escolares y gimnasios de la zona.
Se calcula que unas 600 hectáreas han quedado devastadas por las llamas.
Las imágenes de las varios canales de televisión mostraban el martes altas llamas rojizas tragándose amplias zonas de bosque y llegando a tocar los campos con olivos.
Los bomberos no han podido domar las llamas tras más de 12 horas debido a las ráfagas de viento que azota la región.
«Incendio devasta Calci. Las casas más cercanas han sido afectadas», anunció durante la noche en Facebook el alcalde de la localidad, Massimiliano Ghimenti.
Además de aviones Canadair y helicópteros, decenas de bomberos llegados de toda la región de Toscana están trabajando en la zona desde la madrugada del martes.
El presidente de la región Toscana, Enrico Rossi, recorrió las zonas afectadas y reconoció en un comunicado de prensa que era probable que el fuego haya sido voluntario.
El ministro para el Medio Ambiente, Sergio Costa, pidió por su parte la apertura inmediata de una investigación para determinar las causas del incendio, que para muchos es intencional.
«No se puede olvidar que este verano llovió mucho y no se puede culpar a la sequía», recordó Rossi al mencionar los aguaceros de gran intensidad que se registraron en los meses más calidos del año.
Codacons, la principal asociación de consumidores de Italia, prometió una recompensa de 2.000 euros a toda persona que proporcione información útil para identificar al posible pirómano.
«Estamos luchando contra un gran incendio, y ahora nuestra prioridad es salvar la localidad», afirmó a la televisión local Ugo DAnna, jefe de bomberos de Pisa, quien considera que se trató d una acción humana, «casi con certeza voluntaria», recalcó.