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Cientos de peces aparecieron muertos en la laguna Juan de Garay de Santo Tomé


Foto: Gentileza El Litoral

Palometas, sábalos y bagres son algunas de las especies afectadas en el lugar. Especialistas comentaron los posibles factores que ocasionaron la mortandad

Una familia se encontraba disfrutando el domingo en Santa Tomé cuando se encontraron con una sorpresa. En el agua y sobre la costa de la laguna Juan de Garay de la localidad (ex laguna Bedetti) había una vasta cantidad de peces muertos.

Este lugar es considerado un Área Natural Protegida (ANP) para el resguardo de la flora y la fauna autóctona. Por la bajante, la laguna quedó desconectada de las cuencas del río Salado y la desembocadura del río Coronda, lo que podría explicar esta situación. Especialistas del Instituto Nacional de Limnología (Inali-Conicet-UNL) brindaron varias hipótesis que podrían ser los causantes de esta mortandad de peces.

Luis Espinola, doctor en Ciencias Ambientales e investigador adjunto del Conicet (Inali-UNL) en el laboratorio de hidroecología, comentó que “siempre a la mortandad de peces se la atribuye a un déficit de oxígeno. Esto ocurre en diferentes épocas del año, en invierno por el frío excesivo o en verano por las altas temperaturas, y ahora se suma otro factor que puede influir que es la bajante extrema».

El investigador destacó que en las imágenes se observan diferentes especies de peces, entre ellos sábalos, palometas y bagres (amarillos y moncholos). «En esta bajante extrema se puede dar que el nivel de oxígeno haya bajado muchísimo y el nivel de estrés en un ambiente de confinamiento es muy importante y genera esta mortandad, ya que puede darse la competencia entre especies depredador-presa», comentó en diálogo con El Litoral y agregó que «todas las relaciones físico-químicas se alteran y producen diferentes efectos».

Por su parte, Pablo Scarabotti, investigador del Conicet y especialista en ecología de peces, también señaló que el bajo nivel de agua y la acumulación de peces puede hacer que baje el nivel de oxígeno.

Scarabotti indicó en El Litoral que también puede tratarse de cianobacterias. «El agua de ese color verde azulado pueden ser cianobacterias que suelen generar sustancias tóxicas, que se les llama floraciones algales. Las algas generan ciertas concentraciones de toxinas que pueden matar a los peces y si no los mata puede intoxicar a quien coma esos peces», aseveró.

«Las cianobacterias son microorganismos que realizan fotosíntesis como las algas pero que tienen estructura celular procariota como las bacterias, y algunas especies tienen la potencialidad de producir toxinas que pueden ser desde neurotóxicas hasta hepatotóxicas”, explicó Melina Devercelli (Inali, Conicet-UNL), especialista en ecología microbiana y en particular en fitoplancton.

“Pueden desarrollarse masivamente y formar floraciones que son esas espumas y cúmulos verdosos que suelen encontrarse en algunos ambientes. Por su forma, también puede obstruir las branquias de los peces, y a su vez, cuando se generan masivamente, producir condiciones de anoxia en el río«, añadió.

La especialista alertó que las cianobacterias son potencialmente tóxicas, «hasta no hacer un análisis químico, no se puede precisar si están produciendo o no las toxinas». Ante la presencia de cianobacterias, la recomendación es no entrar en contacto con el agua porque además «del daño que pueden generar las toxinas en caso de estar presentes, puede producir irritación en la piel».

Devercelli informó que estos  microorganismos «se generan preferentemente en zonas tranquilas de ambientes acuáticos, como lagunas o aguas remanzadas del río, es decir donde la velocidad de la corriente es escasa».

«Su desarrollo se ve favorecido por altas concentraciones de nutrientes y altas temperaturas que es generalmente cuando se producen las floraciones. Es de esperar que estos eventos se observen con frecuencia en las márgenes de los ambientes acuáticos durante este verano debido a la suma de las temperaturas estivales y la bajante extraordinaria del río», agregó.

Los deshechos que llegan a la laguna por los desagües son otros factores a investigarse por la mortandad de peces. Espinola afirmó que «si hay conexión con fábricas y que sus deshechos lleguen a la laguna, al estar tan bajo el nivel de agua, puede ser que no haya disolución de los contaminantes y las concentraciones son más grandes».

Por su parte, Scarabotti opinó sobre esta posibilidad de deshechos que «puede ser que se haya vertido materia orgánica o deshechos de agua servidas y eso haga que aumente el consumo de oxígeno por parte de las bacterias y baje el oxígeno para los peces y estos mueran».

«Son hipótesis e ideas que hay que evaluar, pero en la situación que está la laguna al medir el oxígeno casi seguro que está bajo. Además pueden ser múltiples factores: bajo oxígeno, sumado a las cianobacterias o en conjunto por el estrés por calor», sostuvo.

Los investigadores, que tomarán muestras y las analizarán en laboratorio para intentar llegar a un resultado, remarcaron que para precisar la causa de muerte es menester analizar muestras fisiológicas, celulares y del ambiente.