Un grupo de científicos de las Universidades de Pittsburgh y Brown, de Estados Unidos, han descubierto que los aromas agradables pueden ayudar al momento de dejar el tabaco. Para comprobarlo, realizaron un estudio en 232 fumadores de entre 18 y 55 años. Los participantes asistieron preparados con sus encendedores en mano y con una abstinencia de 8 horas.
El experimento consistió en hacerles oler 12 esencias diferentes: algunas agradables (como comino, chocolate, menta y limón) y otras menos placenteras que se asemejaban al tabaco y a químicos nocivos. En la primera sesión los aspiraron en forma aleatoria y en la segunda, cada uno tuvo un aroma asignado. Lo que concluyeron fue que quienes experimentaron olores agradables tuvieron un deseo menor de fumar un cigarrillo.
Con lo cual, las esencias podrían tener un papel mayor en los fumadores, y no solo disimular el olor del tabaco. De todas formas, los expertos aclararon que el estudio presenta algunas limitaciones, dado que ninguno de los participantes buscaba abandonar el hábito de manera activa. “Creo que la información sugiere que debemos empezar a pensar cómo las señales olfatorias pueden ayudar, ya sea solas o como complemento a los tratamientos existentes, a dejar de fumar”, señaló en declaraciones a medios extranjeros Michael Sayette, el autor principal del artículo, según publicó Todo Noticias.
Acerca del motivo por el que los aromas agradables funcionaron, los expertos sostienen que son capaces de distraer el foco de la urgencia de encender un cigarrillo. Aunque tal vez sea porque despiertan un recuerdo que los aleje del hábito. Por el momento, los efectos duran unos 5 minutos, por lo que sería una estrategia útil para, por ejemplo, no recaer en la adicción.