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Científicos de la UNR fabricaron un prototipo de hígado artificial


Foto: Agencia CyTA

Un gran avance se ha logrado en la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Un grupo de científicos del Centro Binacional de Criobiología Clínica y Aplicada (Caic) lograron replicar artificialmente un pequeño hígado que podría ayudar a personas que padecen severas fallas hepáticas.

“Aunque faltan varias etapas intermedias para llevar nuestro dispositivo al ámbito médico, hemos comprobado en ensayos in vitro que funciona muy bien”, indicó a la Agencia CyTA-Leloir la directora del estudio, la doctora María Gabriela Mediavilla, investigadora del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR), dependiente del CONICET y de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).

Si bien todavía está en desarrollo, este estudio sería el punto de partida para mejoras profundas en el tratamiento de pacientes con daños hepáticos severos, como aquellos que necesitan un trasplante de hígado urgente. En ese caso el hígado artificial funcionaría como apoyo del órgano dañado hasta que se consiga uno para reemplazarlo.

«La investigación debería probarse en animales grandes, como puede ser el chancho y recién entonces pasar a seres humanos», explicó Mediavilla.

El estudio

Mediavilla y sus colegas crearon un hígado bioartificial de base plana y forma de prisma rectangular, conformado por «microórganos» de células hepáticas (hepatocitos). Una de las funciones normales del hígado es depurar de la sangre cierto compuesto tóxico derivado de la degradación de las proteínas, el amonio, al que transforma en urea que luego se expulsa con la orina.

Este equipo de científicos pusieron a prueba a este hígado, exponiéndolo a altas concentraciones de amonio, y pudieron comprobar que, tras dos horas de prueba, el prototipo logró eliminar una gran proporción.

Si bien los resultados son alentadores, Mediavilla aclaró que aún es preciso evaluar si el nuevo hígado bioartificial puede cumplir otras funciones del órgano, como la detoxificación de otros compuestos y la producción de albúmina y de los factores de coagulación.

Por otra parte, para transferir la innovación tecnológica al ámbito médico es necesario cumplir con varias etapas: estudios preclínicos en animales con una falla hepática experimental, pruebas experimentales en un paciente humano y ensayos clínicos a mayor escala.

De la investigación también participaron profesionales del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), como María Dolores Pizarro (primera autora del estudio) y Lucas Daurelio, del Laboratorio de Investigaciones en Fisiología y Biología Molecular Vegetal (Lifibve) de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Litoral; María Eugenia Mamprin, de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la UNR; y Joaquín Rodríguez, del Centro Binacional de Criobiología Clínica y Aplicada (CAIC), dependiente de la UNR.