El estudio fue publicado en la revista "Proceedings" de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos
Científicos argentinos descubrieron una proteína que interviene en el mecanismo molecular que utiliza la rana sudamericana para camuflarse con el follaje y, de ese modo, evadir predadores, según un estudio que publica la revista «Proceedings» de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (PNAS).
Se trata de la proteína BBS o «Biliverdin Binding Serpin», hasta ahora desconocida, que está presente en la la rana punteada o Boana punctata, una pequeña rana verde amarillenta que mide entre 3 y 4 centímetros y se distribuye en bosques, pantanos y áreas urbanas de la Argentina y la mayoría de los otros países de Sudamérica, informó la Agencia CyTA-Leloir.
«Al unirse a un pigmento llamado biliverdina, BBS causa un cambio en el color del pigmento de la rana y le permite imitar casi a la perfección el color del follaje donde se posa», expresó Lucía Chemes, una de las directoras del estudio e investigadora del Conicet en el Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (IIBIO), que depende también de la Unsam.
La investigadora indicó que la nueva proteína «pertenece a una familia muy conocida de proteínas llamadas ‘serpinas’, aunque no se conocía ningún ejemplo de serpina que fuese capaz de unir a la biliverdina, por lo que nos resultó muy novedoso».
«Identificar esa proteína no fue sencillo. Pero se pudo lograr mediante la espectrometría de masa, una técnica de análisis que permite determinar la distribución de las moléculas de una sustancia en función de su masa», explicó la Chemes, quien desarrolló parte del trabajo como investigadora del Instituto Leloir.
Según Sara Bari, también directora del estudio e investigadora del Instituto de Química Física de los Materiales, Medio Ambiente y Energía (Inquiamae), que depende de la UBA y del Conicet, «la proteína BBS cambia la conformación del pigmento biliverdina y así pasa de un color verde, tal como aparece cuando tenemos un hematoma en la piel, a un hermoso a azul verdoso, permitiendo a la rana imitar el color del follaje donde se posa».
El mismo mecanismo podría explicar la capacidad de camuflaje de un amplio conjunto de ranas de América Central, América del Sur, África y Asia.
Según los investigadores, además del camuflaje, la BBS podría tener otras funciones y aplicaciones como por ejemplo, absorber y emitir luz lo que permitiría visualizar procesos en el interior de los tejidos o podría acoplarse a anticuerpos que puedan pegarse a proteínas de interés científico, médico, biotecnológico o industrial, de modo tal de permitir su observación.
El nuevo estudio fue coliderado por Julián Faivovich, del MACN, del Conicet y de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA; otros científicos argentinos que participaron fueron María Gabriela Lagorio, del INQUIMAE, y Andrés Brunetti, del Instituto de Biología Subtropical, que depende del Conicet y de la Universidad Nacional de Misiones, y Ana Faigón Soverna, del MACN y del Conicet.